Shirley Ávila
savila@peru21.com
“¿Aló? ¿Con la señora Yolanda Cárdenas? La llamamos de la Caja Militar Policial para informarle que a su padre le quedaron unos devengados por cobrar y, si no lo hace, en pocos días el dinero pasará al Tesoro Público. Para recibir el efectivo, solo tiene que presentar unos documentos y realizar unos pagos mínimos por los trámites. En un plazo máximo de un mes se le desembolsará el monto correspondiente. Anote el número de cuenta bancaria para que realice el depósito y, así, iniciar las gestiones”.
Esta sorpresiva llamada es el inicio de una gran estafa. Las comunicaciones suelen ser muy convincentes pues los delincuentes comienzan a detallar diversa información del supuesto beneficiado. Así deslumbran a sus víctimas.
Esta modalidad de delito es denominada por los agentes de la División de Investigación de Estafas de la Dirincri como el ‘cuento del bono económico’ o el ‘cuento de los devengados’. Este tipo de estafas comenzó a darse hace cinco años y, según la Policía, ha comenzado a aumentar.
Solo en la mencionada dirección policial se han presentado, en los dos últimos meses, cuatro denuncias de estos casos en los que todas las agraviadas fueron mujeres. Sin embargo, también se han reportado delitos similares en las Divisiones de Investigación Criminal que funcionan a nivel nacional.
Se sabe que las principales víctimas son los jubilados de las instituciones del Estado, así como las viudas de estos.
CASOS RECIENTES
Precisamente, uno de estos últimos casos fue el de Elsa Lucía Barrera Samaritana (81), quien –en menos de un mes– hizo 22 depósitos en el Banco Interbank por un total de S/.433 mil. Ella esperaba cobrar más de un millón de soles de devengados que, supuestamente, habían quedado a favor de su esposo, Julio Bonilla García. Este último falleció hace nueve años.
La anciana vendió sus joyas y se hizo préstamos para cumplir, pero cuando reaccionó ya era demasiado tarde. En este caso, la Policía ha establecido que las llamadas que recibió fueron hechas desde el penal de Cachiche, en Ica.
Otra de las mujeres estafadas fue Yolanda Cárdenas Anchivilca. Ella les entregó 70 mil soles a los delincuentes.
Un sujeto la llamó a su casa y se hizo pasar como un oficial de la Caja Militar Policial. Le dijo que había quedado un dinero para pagarle a su padre y le dio un número de cuenta para que realizara un depósito para los trámites.
Lo mismo le sucedió a Dariela Obando Fernández, quien supuestamente tenía 40 mil soles de devengados a su favor. Ella depositó un monto de 22 mil soles en cuentas del Banco Continental a nombre de Roberto Díaz Zelaya (19).
Denunció el hecho a fines de febrero y, el último jueves, la Policía capturó al individuo.
LA MODALIDAD
Según el coronel Segundo Portocarrero, jefe de la Policía de Estafas, las bandas delictivas obtienen información de sus víctimas al adquirir la base de datos de determinada institución en el mercado negro. En esta documentación figuran su nombre completo, dirección, teléfono, año de cese, entidad a la que prestó servicios, liquidación y otros.
Luego seleccionan a los incautos que, principalmente, son personas de la tercera edad. El siguiente paso es contactarse a través de una llamada telefónica. El estafador se hace pasar como un funcionario de la ONP, del Banco de la Nación, de la Caja Policial Militar u otra entidad, y ofrece el ‘bono’. Para hacer efectivo el pago, le pide que realice un depósito a una cuenta bancaria.
MÁS ESTAFAS
Estas bandas no solo estafan con el ‘cuento del bono’, sino que buscan a incautos jóvenes a quienes les hacen creer que tienen que cobrar depósitos desde el extranjero, pero que han perdido sus documentos. Les piden que abran cuentas a su nombre y, a cambio, les ofrecen de 50 a 100 soles.
De esa manera, si hay alguna denuncia y la Policía llega en el momento del cobro del dinero, solo será atrapada la persona que se prestó para abrir la cuenta.
La Policía explicó que, en la mayoría de los casos, estos muchachos son desocupados o drogadictos a los que captan en zonas alejadas de distritos como Villa María del Triunfo y San Juan de Lurigancho. Solo basta que cuenten con su DNI.
Una vez que hacen efectivo el cobro –siempre vigilados por integrantes de la banda–, a la salida del banco entregan el dinero y su ‘trabajo’ termina.
DATOS
- La Policía advierte a los jubilados que no se dejen sorprender. La ONP no llama a las casas, no ofrece soluciones a domicilio, y todo trámite es directo y en sus respectivas oficinas.
- En el año 2010, los estafadores operaban como falsos notificadores. Entregaban un sobre ‘oficial’ a domicilio con la supuesta resolución de la ONP, en la que se ordenaba la nulidad de su expediente. A los dos días llegaba a la casa otro hampón haciéndose pasar como experto en estos trámites y le ofrecía a su víctima regularizar su situación a cambio de dinero.
- En el año 2010, el líder del Partido Popular Cristiano (PPC), Luis Bedoya Reyes, fue blanco de una estafa por un monto de S/.37 mil. El timador se hizo pasar como abogado de la ONP.
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