Óscar Flores
Han pasado más de tres días desde que ocurrió el voraz incendio en Cantagallo, en el Rímac, que dejó en la calle a más de dos mil personas, la mayoría de ellas shipibo-conibas, las que sienten que sus demandas no son escuchadas.
Es por ello que los dirigentes de dicha comunidad pidieron una reunión “directa y formal” con los burgomaestres de Lima, Luis Castañeda Lossio, y del Rímac, Enrique Peramás.
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“Queremos solucionar nuestro problema de zonificación. Queremos títulos de propiedad”, manifestó Wilson Valle Valle, uno de los representantes de los shipibos.
Reiteró que los vecinos que conforman este pueblo no dejarán sus terrenos, pues piensan que si lo hacen serán desalojados definitivamente por la comuna metropolitana.
De otro lado, Dolores Pajuelo lamentó que las diversas autoridades se hayan olvidado de ellos. “Solo vinieron para la foto el día de la tragedia. Ya se han olvidado de nosotros”, manifestó.
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QUIEREN SER TRASLADADOS
Cantagallo está dividido por tres sectores. El incendio, ocurrido a las 00:45 horas del viernes 4 de octubre, arrasó con las casas de las zonas II y III, en las que vivían unos mil pequeños empresarios y aproximadamente 1,200 shipibos, respectivamente.
Si bien la etnia shipiba ha afirmado que no dejará el mencionado terreno, los comerciantes del lugar están de acuerdo con que se haga una reubicación, pero que sea “real y sin engaños”.
Así lo afirmó el dirigente vecinal del sector II, Manuel Paredes, quien indicó que mañana (hoy) a las tres de la tarde tendrán una reunión con el Ministerio de Vivienda para buscar una solución a sus demandas.
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“Nosotros estamos en Cantagallo hace 20 años y siempre nos han negado la titulación de nuestras viviendas. Por ello, vemos viable una reubicación justa y real”, sostuvo.
El último domingo, Perú21 volvió a recorrer la zona devastada y observó que la ayuda –de personas particulares– continuaba llegando al lugar del siniestro, en donde dos cargadores frontales vienen removiendo los escombros.
Sin embargo, no vimos a ninguna autoridad, ni del municipio de Lima ni del Rímac. Tampoco a representantes del Gobierno central, como horas después de la emergencia.
Los damnificados que, según la Defensoría del Pueblo, suman 2,038 continuarán durmiendo en la calle: algunos a la intemperie, otros en carpas en la zona de Martinete.
DATO
- Los shipibos aún necesitan alimentos no perecibles, agua y vestimenta. Si usted quiere ayudarlos debe acudir a Cantagallo, que está frente al Mercado de Flores del Rímac.
- También urge el apoyo de personas para remover los escombros.
Por: Óscar Flores (oscar.flores@peru21.com)
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