En su frágil figura, un niño de 4 años lleva las marcas de la violencia con la que actuaba su padrastro, el obrero Adolfo Cayllahua Rivera, de 28 años, quien confesó a la Fiscalía de Arequipa que “lo golpeaba para corregir sus errores”.
La fiscal Rocío Monroy solicitó esta noche nueve meses de prisión preventiva para el agresor por la brutal agresión, pues el pequeño presentaba lesiones en el rostro, piernas y costillas.
La audiencia sería mañana en el Juzgado de Investigación Preparatoria de Cerro Colorado, de Arequipa. La titular del Tercer Juzgado de Familia, Julia Montesinos, en tanto, dictó medidas de protección para el niño y dispuso que permanezca en el hospital Honorio Delgado, con vigilancia policial hasta que se recupere.
La Unidad de Investigación Tutelar de Poder Judicial velará por la completa recuperación del menor y porque reciba asistencia psicológica. Además, Cayllahua está prohibido de acercarse a la casa donde vive la madre del pequeño, Leticia Espinoza, y ordenó que pase una pensión mensual alimenticia por el segundo de sus hijos.
El niño fue hallado el miércoles ensangrentado en el sector de Profam, en el distrito de Yura, en la provincia de Arequipa. Los vecinos llamaron a serenazgo y cuando los agentes llegaron, la madre del menor huyó del lugar y el padrastro Adolfo Cayllahua fue detenido y conducido a la comisaría de Ciudad de Dios.
Por: Gessler Ojeda (gojeda@peru21.com)
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