La edad es uno de los principales factores que influyen en el desarrollo de enfermedades. A mayor edad, mayor riesgo de sufrir algún mal. En tal sentido, son las patologías mentales y neurológicas las que suelen incrementarse a medida que las personas tienen más años. Una de cada cinco personas mayores de cinco años sufre alguna de las enfermedades de marras, tales como depresión, ansiedad, demencia, entre otras.
La edad influye, ciertamente, pero hay otros factores muy poderosos. Según la OMS, la pérdida de un ser querido, por ejemplo, puede provocar una depresión devastadora a una persona mayor. Asimismo, el progreso de las enfermedades crónicas, la jubilación o la discapacidad también tienen un terrible impacto en la calidad de vida.
MEDIDAS A TOMAR
El apoyo de los seres queridos es fundamental. Si hay un adulto mayor en casa, se debe ser consciente de que este requiere vivir en un ambiente agradable y realizar actividades saludables. La interacción social es vital. De hecho, es el aislamiento y el abandono lo que agrava, en muchos casos, las enfermedades mentales.
Asimismo, es necesario acompañar al adulto mayor a sus chequeos médicos. Si ya padece un mal, es labor de toda la familia informarse sobre el tema para saber cómo actuar apropiadamente. Nada peor que el abandono y la falta de empatía.
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