“Tomémonos una foto”, dijo Manuel. Estaba en casa de Armando celebrando su cumpleaños. Manuel juntó a cuatro amigos que estaban por ahí para tomarse una foto grupal. Agarró el celular con una mano y, tras varios intentos de encuadrar bien, apretó el disparador. Al revisar la pantalla se llevaron una gran sorpresa: en lugar de los compadres, había la foto de un pene.
¿De dónde salió eso? Al parecer, Manuel presionó los botones incorrectos y, sin querer, abrió el archivo fotográfico del celular. Sí, había un pene. El suyo. Manuel, un tipo muy caballero, tuvo que explicar que era un entusiasta practicante de ‘sexting’, actividad que consiste en producir contenido erótico propio y enviarlo mediante los teléfonos celulares. La foto del miembro la había tomado ese mismo día, temprano, para mandársela a su enamorada. Lo explicó con vergüenza, ciertamente, mientras sus compañeros no paraban de reírse.
CÁMARAS Y ACCIÓN
El ‘sexting’ es una práctica muy común. Celebridades como Scarlett Johansson, Miley Cyrus o Tiger Woods han hecho estas cosas y, para mala suerte, han sido expuestas en el ciberespacio. Pero no es una travesura de famosos, ojo. Por ejemplo, Mariana, comunicadora de 25 años, cuenta que solía tomarse fotos picantes y enviarse mensajes de texto eróticos con un enamorado. ¿Qué tal si, por rencor, este ‘ex’ sube el material a la red? “No lo ha hecho –dice Mariana–. Tendría que haberle sacado la vuelta o algo, pero nos llevamos bien”. ¿Cómo estar 100% seguro?
Otra práctica frecuente es ser protagonista de un video erótico propio: el ‘sextape’. Uno de los primeros y más famosos fue el de Pamela Anderson y Tommy Lee, material que se difundió a todo el planeta mediante Internet a fines de los años 90. Desde entonces, diversos escándalos han aparecido en los medios. Kim Kardashian se hizo famosa y millonaria gracias a un ‘sextape’, por ejemplo. Paris Hilton también tiene uno, así como la actriz argentina Florencia Peña.
Mariana, quien no es parte del ‘show business’, confiesa haber grabado un video caliente con el celular alguna vez con su ‘ex’. ¿Dónde está el placer? “Primero, en hacerlo. Segundo, en verlo después. Es divertido”, sostiene ella.
DOBLE FILO
¿Por qué las parejas toman fotos de sus genitales con el celular o se graban teniendo sexo? Básicamente porque juega con lo lúdico y con lo tabú. Experimentar y romper límites es un estímulo sexual poderoso para muchas personas. Es una forma de romper la monotonía y agregarle innovación a la vida íntima.
Todo estaría bien hasta ahí si es que no existiera un gran riesgo: que el material caiga en manos ajenas. Es decir, que los mensajes, fotos y videos sean manipulados por personas extrañas y que se empleen con diversos fines, desde la ridiculización en las redes sociales hasta la extorsión. Ahí está el problema del ‘sexting’ y los ‘sextapes’. Son herramientas para agregarle sazón a la dinámica sexual pero, también, armas que atentan contra la privacidad. A tener más cuidado.
DATOS
- Hay aplicaciones para móviles diseñadas para practicar “sexting seguro”. Estas ‘apps’ se encargan de borrar los contenidos después de que han sido enviados y vistos por el receptor. De este modo se evita que se almacenen en los dispositivos.
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