El deseo sexual que disminuye es uno de los problemas de pareja más frecuentes. Las razones van desde el estrés crónico hasta una posible infidelidad. ¿Cómo abordar este complicado y doloroso escenario?
No reproches
Hay parejas que, a pesar de los años que tienen juntos, no son capaces de tener diálogos francos sobre temas sensibles. En lugar de hablar, critican, juzgan o hacen mohines de disgusto. Nada de ello es recomendable si realmente se quiere saber la verdad.
Dialogar
No hay una manera más adecuada que hablar. Si la pareja experimenta un menor deseo sexual, es necesario saber por qué. ¿Está estresado (a) por el trabajo? ¿No se siente a gusto en la relación? ¿Qué está ocurriendo? Una conversación sin rodeos pero sin hostilidad, frontal y con cariño, resulta clave.
Tomar acciones
Luego de identificar el problema, ambos deben buscar solución. ¿Es un tema médico? ¿Es por depresión o estrés? ¿La relación, sencillamente, no es como antes? Para mejorar, hay que moverse.
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