“Recibí una gran propuesta laboral cuando mi hijo tenía dos años”, cuenta Gonzalo (38). “Fue duro tomar una decisión, pues tenía que mudarme a otra ciudad. En un lado, tenía el deseo de ver a mi hijo crecer; en el otro, estaba la chance de brindarle un futuro mejor. Opté por la segunda opción”, agrega.
Casos así son comunes. El tema aquí, sin duda, es cómo compensar esa ausencia. “Como ingeniero, he vivido varias temporadas alejado de mi familia”, dice Julio (54). “Lo ideal es hacer saber a los hijos que uno los ama, que el sacrificio es por ellos.
En tal sentido, la comunicación es fundamental. Una carta escrita a mano para tus chicos puede estrechar los lazos a pesar de la distancia. Hoy, con la tecnología, es más fácil estar cerca emocionalmente cuando físicamente estás lejos”.
DEMOSTRACIONES
Otro punto clave es aprovechar los momentos. “Mi trabajo consistía en estar tres semanas en una mina y tener una de descanso”, cuenta Félix (40). “Esa semana volvía a casa y compartía al máximo el tiempo con mis pequeños. El dinero es importante, pero más importante es dar cariño”. Para tomar nota.
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