Daniela tiene 27 años; su mamá, 55. El papá dejó la casa cuando ella era niña. Desde entonces, la mamá ha estado sin compromiso. Daniela, al menos, nunca ha sido testigo de algún amorío. Hasta hace unos días.
Fue la mamá quien le contó que estaba saliendo con un ingeniero de 60 años, viudo y con tres hijos. El punto es: ¿debe Daniela incomodarse por este repentino amor?
Obviamente que puede resultar sorpresivo y extraño ver a su mamá con un señor en condiciones románticas. Sin embargo, ella ya no es una niña y debería entender que su mamá tiene derecho a enamorarse.
Por suerte, ella ha tomado con calma la situación. “Me chocó un poco, era una situación nueva. Pero mi mamá está feliz, así que yo también”, dice Daniela. Como para tenerlo de ejemplo.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.