Uno de los grandes retos que enfrenta la industria automotriz es el de fabricar unidades que puedan sacar el máximo provecho a sus respectivas fuentes de energía, y se cree que el futuro girará en torno a lograr mejoras mecánicas, técnicas, de aerodinámica, peso y otras para una mayor eficiencia.
Esta tendencia nació por diversos factores, entre ellos el constante aumento del precio de los hidrocarburos y la aparición de normas medioambientales y de contaminación cada vez más estrictas.
Motores más pequeños
El término “downsizing” es uno de los más utilizados por las empresas del sector durante estos días y se refiere al desarrollo de motores de menor tamaño y consumo de combustible que igualen, o incluso mejoren, las prestaciones de sus antecesores, a través de la aplicación de nuevas tecnologías. Muchos de los fabricantes a nivel mundial reducen su número de cilindros añadiendo sistemas turbocargados y de inyección directa, creando un motor pequeño pero con mayores prestaciones que uno normalmente aspirado. Para lograr un mejor desempeño, se deben mejorar otros factores, como la transmisión de la potencia a las ruedas.
Nuevas tecnologías
Además del trabajo específico en el tamaño de los motores, otros aspectos también deben ser mejorados. Uno de estos es la administración térmica que permita que los lubricantes se calienten más rápido, reduciendo la fricción.
Asimismo, los expertos están buscando introducir sistemas que capturen la energía desperdiciada por las unidades. Muchas de estas tecnologías aún son muy caras, por lo que es primordial mejorar los sistemas de producción, suprimiendo del proceso, además, elementos contaminantes como el cadmio y el mercurio.
Tenga en cuenta
- En nuestro país, los autos pequeños se han convertido en un importante segmento del mercado, debido a su bajo precio y excelente consumo.
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