1. El agua es el líquido hidratante estrella. Un adulto sano debería beber entre litro y medio y dos litros de agua al día. La cantidad varía en función a la actividad que uno realice.
2. Hay que moderar el consumo de azúcar. Las bebidas azucaradas –gaseosas, jugos artificiales– influyen en el aumento de peso. Es mejor optar por agua, batidos o zumos de frutas.
3. Las bebidas energizantes y ricas en cafeína deben ser consumidas con cuidado. Hay componentes de estas bebidas que pueden causar problemas en órganos como corazón, riñones y estómago.
4. El alcohol deshidrata. Veamos el caso de la cerveza. Si bien tiene agua y ayuda a calmar la sed, es también una bebida diurética, es decir, estimula la eliminación de orina.
5. Los alimentos también hidratan. En especial las frutas y las verduras. Mencionemos algunas buenas opciones: naranja, mandarina, papaya, melón, lechuga, tomate, zanahoria, entre otras.
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