Los reguladores estadounidenses publicaron este martes una revisión científica de datos que muestra que los cigarrillos mentolados son más difíciles de dejar que los normales, y solicitó información pública acerca de una posible prohibición.
Esos productos no están vinculados a un mayor riesgo de enfermedad, pero suponen “un riesgo de salud mayor que los observados en los cigarrillos no mentolados”, afirmó la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA).
La revisión independiente de la FDA y la literatura científica disponible muestra que los nuevos fumadores prefieren “sustancialmente” los cigarrillos mentolados.
Los consumidores de este tipo de tabaco tienen más probabilidades de fumar su primer cigarrillo cinco minutos después de despertarse, lo que sugiere que el sabor a menta está vinculado a una “dependencia mayor”, afirmó la FDA.
“Esto es consistente con las observaciones de que los fumadores de tabaco mentolado parecen depender más de la nicotina que los que no fuman mentolados, lo que puede ser un importante factor en el éxito al dejar de fumar”, afirmó la revisión de la FDA.
La asociación Campaign for Tobacco-Free Kids afirmó que la última revisión científica es “sólida” y afirmó que “debería empujar a la FDA a reaccionar tan pronto como posible para prohibir” ese producto en Estados Unidos.
El consumo de tabaco mata a más de 400,000 personas anualmente en EEUU y cuesta US$96,000 millones a la salud pública, según datos de dicha organización.
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