“He estado fingiendo los orgasmos con mi pareja, cuando la verdad es que no llego desde hace más de dos años. Me da miedo herirlo”, cuenta Rosario (36), arquitecta que lleva cinco años de casada.
“Me gustaría decirle a mi enamorada que nos disfracemos o hagamos cosas nuevas, pero no sé cómo lo va a tomar”, dice Manuel (42). “Amo a mi novio, pero en los últimos meses siento que ya no le atraigo como antes. El sexo se ha vuelto monótono. ¿Qué le estará pasando?”, confiesa Lucía (28).
En efecto, hablar sobre sexualidad con la pareja resulta muy difícil para muchos. Existe un temor natural tanto para proponer como para solucionar algún detalle que no está funcionando.
Muchas personas callan sus deseos, temores y quejas con tal de no ofender al ser amado. Y ese silencio, valgan verdades, puede durar hasta que, cual bomba de tiempo, explota de una manera nada grata. ¿Qué hacer al respecto? Hable con su pareja. Como no es tan simple como parece, le presentamos tres aspectos para tener en cuenta.
LA PREPARACIÓN
Haga una lista con detalles de su vida sexual. Por un lado, lo positivo: lo que le gusta de su pareja, lo que le calienta, lo que le gustaría hacer, en fin. Por otro, lo negativo: lo que no le gusta, lo que le da miedo, lo que no está funcionando, etcétera. El ejercicio servirá, primero, para que usted profundice sobre su intimidad y, segundo, para ordenar sus ideas y poder comunicarlas mejor.
EL MOMENTO
Perfecto, ya tiene la lista y ha decidido tomar el toro por las astas: está a punto de hablar con su pareja sobre las ‘paltas’ sexuales que los afectan. Entonces, el mejor momento para tocar temas íntimos es aquel en el que ambos estén tranquilos, sin preocupaciones graves a la vista, en un espacio cómodo. Es una conversación que requiere el buen ánimo de ambos. El peor error: sacar trapitos sucios en medio de una pelea.
EL LENGUAJE
Es una conversación seria, cierto, pero tampoco es una interpelación en el Congreso. Es decir, no salte a la yugular de su amado o amada con quejas afiladas y preguntas inquisitorias.
Empiece, más bien, mencionando los puntos fuertes de su pareja (vea la lista) y, luego, hable sobre todo lo demás. Evite reproches, echarle la culpa y el tono agresivo. Y, sobre todo, escuche. Recuerde que es un diálogo, no un monólogo, y que está buscando soluciones. Un poco de humor también ayuda mucho.
EL PASO SIGUIENTE
Después de que ambos han desnudado sus secretos, toca la parte decisiva: ¿qué hacer al respecto? Lo cierto es que resolver las flaquezas identificadas es un proceso que puede requerir acciones que van desde echarle más ganas hasta buscar un ‘coach’ sexual, pasando por leer manuales de sexo, probar nuevas poses o visitar a un médico. El esfuerzo por mejorar tendrá su recompensa.
DATOS
- Un estudio de la Universidad de Cleveland (Estados Unidos) concluyó que las parejas que hablan abiertamente sobre sexualidad disfrutan más en la cama.
- “Puede pasar que se pierda la atracción, y también puede pasar que haya un disconnect en la pareja. Si están incomunicados, a veces la atracción está un poco dormida. También es muy importante estar abierto y vulnerable”. Alessandra Rampolla (Revista ¡Hola! Argentina, noviembre 2012).
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