El comienzo de un nuevo año es, para muchos, el momento de encontrar un empleo o simplemente cambiar el actual.
Para replantearse la situación laboral en el período que viene, lo primero que hay que tener en cuenta es la razón de esta decisión y, luego, reflexionar sobre otros aspectos como ambiente laboral, horarios, bonos, beneficios de salud, posibilidad de desarrollo profesional, etc.
Muchas veces las razones que impulsan a cambiar de trabajo son conflictos personales con la jefatura o con los compañeros de trabajo. Si este es el caso, es importante analizar si se da por algún problema personal que no tiene nada que ver con la desilusión en el empleo y si la situación puede arreglarse conversando con la persona indicada.
Asimismo, se debe considerar factores externos como la crisis económica internacional y la dificultad encontrar un nuevo empleo. La experiencia indica que es más fácil encontrar trabajo cuando ya se está en uno, antes que cuando se es desempleado, porque así se adquiere experiencia y actualización en el currículum vitae.
“Para muchos cambiar de año, puede significar el cambiar las energías y con ellos el trabajo, ya sea porque creen que cumplieron su ciclo o porque ya no están conformes con su actual empleo, entonces ven en el cambio de año una oportunidad para enfrentar nuevos desafíos, lo que no siempre es fácil, no debemos olvidar que todo cambio tiene sus pro y sus contra”, recuerda Ernesto Velarde, country manager de Trabajando.com
La incapacidad de desarrollarse profesionalmente, el incumplimiento de ciertos acuerdos, entre otros factores, sí son razones válidas que respaldan la decisión de cambiar de empleo.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.