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¿Qué es más cómodo: pensar a solas a aplicarse descargas eléctricas?

Un estudio reveló que la mayoría de personas no se siente a gusto cuando debe idear cosas sin la compañía de alguien más.

Estuadio realizado por expertos de la Universidad de Virginia concluyó que las personas no gustan de pensar en soledad. (USI)
Estuadio realizado por expertos de la Universidad de Virginia concluyó que las personas no gustan de pensar en soledad. (USI)

Una de las principales cualidades humanas es meditar sobre el pasado y el futuro, así como imaginar mundos inexistentes. Sin embargo, casi no se ha estudiado si las personas realmente disfrutan llevando a cabo estas actividades sin la compañía de alguien más.

Una investigación llevada por expertos estadounidenses y publicada en la revista Science, revela que la mayoría de personas no se siente muy a gusto pensando solas.

Según concluyeron los investigadores de la Universidad de Virginia tras realizar una serie de experimentos, algunos hombres y mujeres prefieren aplicarse leves descargar eléctricas antes que pensar a solas.

El grupo liderado por Timothy Wilson pidió a estudiantes que permanecieran solos, pensando entre 6 y 15 minutos, en un espacio cerrado y sin adornos. Luego les preguntó cómo se habían sentido. La mayoría de ellos respondió que les resultó difícil concentrarse en algo, que iban permanentemente de una cosa a otra. Además, la mitad admitió no haber disfrutado la experiencia.

Ls investigadores hicieron el mismo experimento con personas a las que se les permitió hacer la prueba desde sus casas. Querían ver si el primer grupo se había visto afectado por la artificialidad de la primera situación o si el factor determinante fue ajeno.

Pero los voluntarios de este segundo grupo también dijeron no disfrutar la experiencia. Un tercio de ellos reconoció haber “contrabandeado” música o haber jugado con su smartphone durante el experimento. Finalmente, los investigadores les ofrecieron a los voluntarios la posibilidad de hacerse pequeñas descargas eléctricas en caso de hastiarse por estar solos.

El grupo juzgó como “muy desagradable” la nueva experiencia. Pero durante los 15 minutos que tuvieron luego para meditar, 12 de 18 hombres y seis de 24 mujeres decidieron volver a probarlo al menos una vez, aplicándose ellos mismos la descarga.


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