CARMEN MENDOZA ARANA, cmendoza@peru21.com
A pocas horas para conocerse la decisión de la Corte de La Haya, Nelson Manrique recuerda lo que significó la Guerra del Pacífico y da una mirada al impacto que tendrá el fallo en la identidad nacional. Afirma que sea cual sea la sentencia se cierra un capítulo fundamental de la historia y los peruanos y chilenos deben estar convencidos que será ventajosa para todos. Además, resalta la madurez política del presidente Ollanta Humala y de otros líderes, a excepción de Alan García.
Comencemos hablando de historia ¿Cómo marcó la identidad de los peruanos la Guerra del Pacífico?
Creo que fue el evento decisivo para la constitución de una conciencia nacional peruana. La independencia tuvo poco impacto para la mayoría. Después del alzamiento de Túpac Amaru, las élites peruanas tenían mucho miedo a una guerra de castas y no incorporaron como protagonistas a los indígenas. La Guerra del Pacífico es el primer evento que involucra a todos los peruanos, que tiene resonancia nacional. Para la defensa de Lima se movilizan desde Tarapacá, Arica, Tacna, Tumbes, Piura, Iquitos, Puno.
¿Cómo se formó esa conciencia nacional?
El sentimiento, la conciencia nacional, tiene dos vías de construcción. Una de ellas es la vía negativa, sobre todo en sociedades muy fragmentadas, muy heterogéneas internamente. Lo que nos hace peruanos es el enemigo común, el invasor, el ladrón que viene a robarnos. Ese papel cumplió Chile: creó un nacionalismo negativo. Hay que recordar que Chile, luego de la derrota del Ejército peruano en San Juan y Miraflores, en enero de 1881, permaneció aquí hasta agosto de 1884. Estuvo tres años y medio en el Perú, con expediciones de saqueo y rapiña.
Lo que recuerda la pérdida de territorio, nos marcó…
Cuando comenzó la guerra nosotros ni siquiera teníamos frontera con Chile, nuestra frontera era con Bolivia, que perdió todo su litoral. Nosotros perdimos nuestro departamento más rico. Para dar una idea de lo que esto significa, un historiador chileno muestra que para 1880, cuando comenzó la guerra, el salitre aportaba al presupuesto nacional chileno un 5%, para 1885, después de la guerra, aportaba el 52%.
Han pasado 135 años ¿por qué no se cerraron las heridas emocionales?
En parte, por la dificultad de construir un nacionalismo positivo. Cuánto más elementos hay de comunidad, menos necesitamos de un enemigo para sentirnos peruanos.
Ya no miramos a Chile de esa forma…¿o sí?
Creo que bastante menos, hay mucho más elementos de comunidad nacional que hace 50 años. Es interesante comparar la experiencia del Perú con Ecuador. Chile cumple para el Perú, la función que el Perú cumplió para Ecuador durante mucho tiempo. Es decir el enemigo que nos unifica, pero por la incapacidad de ser una comunidad. Hay demasiada desigualdad en el país. Hay gente que solo tiene derechos y hay gente que solo tiene deberes.
Tras el fallo, ¿se imagina muy cercano o lejano el momento en que Chile y el Perú dejarán todos los resquemores y revanchismos?
Creo que será necesario un tiempo para el trabajo pedagógico. Acá está de por medio no solo ese trozo de mar, sino un conjunto amplio de cosas. Hay que hacer un balance para sopesar los beneficios y desventajas y, largamente, pesan los beneficios de la relación en común. Un buen ejercicio es pensar en lo que sucedió cuando se terminó de delimitar la frontera con Ecuador. Recuerdo la casi histeria que se generó, en algunos sectores, por el kilómetro cuadrado de Tiwinza. Pasado ese período, los hechos mostraron, muy rápidamente, la gran ventaja que supuso, para los dos países, cerrar ese capítulo. Diría que la relación con Ecuador va por una excelente vía y eso fue beneficioso para todos. Espero que suceda lo mismo con Chile, cerrado este capítulo.
¿El paso a la siguiente etapa será así de rápido?
No se puede decir. Deseo que sea lo más corto posible, pero depende de cosas que son contingentes. Por ejemplo, en Chile, en 1970 llegó al poder Salvador Allende y, en el Perú, estaba Velasco Alvarado. Hubo una gran distensión y una buena relación, pero, un golpe militar derribó a Allende y subió (Augusto) Pinochet y dos años después estuvimos en alerta roja, al borde de la guerra.
¿Para usted se puede individualizar al padre de la demanda marítima?
Yo reconozco méritos a Alan García, a Alejandro Toledo y a Ollanta Humala. Los tres tienen un mérito que no hay que retacear y es confortante saber que se hizo política de Estado y no de Gobierno en este tema. Si pudiésemos seguir una línea semejante en otros asuntos, como la educación y la seguridad, podríamos avanzar mucho más rápidamente como nación.
A propósito ¿Qué piensa de la actitud de Alan García, que reiteradamente, pide que se embandere las viviendas?
Son cosas lamentables. Precisamente, esta semana debiera ser de máxima unidad. Es lamentable que comience con lo del embanderamiento, luego siga con la inoportuna idea de lanzar su candidatura presidencial. Son cosas que dividen. Creo que no le costaba nada hacer su mitin en el Callao la próxima semana. Es el intento de obtener beneficios personales, sin pensar en los intereses del Perú.
Casi todos los días, el líder aprista lanza mensajes sobre el próximo fallo y habla de unidad…
‘La unidad detrás de mí que tuve la idea’, se trata de eso. Más bien, los líderes deberían guardar un perfil bajo. Todos somos peruanos y tenemos interés que esto salga. El ‘yo, yo, yo’ no ayuda a la unidad.
¿Leyó el poema de García “Morro Solar, enero trece”?…
Sí, desgraciadamente (risas)…
¿Considera, como algunos, que solo aglutinó palabras?
Todos hemos hecho poesía en la adolescencia, pero ya maduramos sabemos si tenemos la musa o no.
Entonces ¿piensa que es una poesía de adolescentes?
Digo que podía haberse retirado en la adolescencia. Esto está bien para un escolar, sinceramente. El tema es patriotero y las metáforas son lamentables.
¿Esa actitud le sirve políticamente al líder aprista, le dará réditos electorales o tendrá un efecto bumerán?
Creo que cada vez está más en cuestión el mito de ‘García, gran político’. Tres desastres electorales acumulados, como la elección presidencial en la que terminaron sin candidatos, la alcaldía de Lima y la revocatoria. Y esto tampoco le rendirá réditos, tendrá que revisar sus estrategias. Las próximas encuestas lo confirmarán.
En general ¿cómo evalúa el comportamiento del resto de la clase política? ¿Dio realmente muestras de unidad o fue solo para las cámaras?
En general, ha sido positiva y madura, y por eso resalta una voz discordante. Creo que no ha sido para la foto, sino de conciencia. Es un punto a favor de la madurez de nuestra clase política.
Salvo una excepción, usted elogia a los políticos. ¿El presidente Ollanta Humala también se comportó a la altura de la circunstancias?
Sí, tanto al ratificar al equipo que heredó del presidente Toledo, como al buscar estos gestos de unidad con los dirigentes de los partidos políticos.
Pensemos en el día de la sentencia. ¿Cómo se imagina a los peruanos después de conocer la decisión de la Corte?
Creo que habrá una enorme expectativa y espero que tengan una reacción tranquila. Hay que tener presente que, sea cual sea el fallo, cerramos un capítulo que es fundamental. Para crear una Nación, un factor fundamental es definir cuál es el territorio nacional, en qué espacio el Estado puede ejercer legítimamente soberanía. Hemos demorado casi 200 años para esto y debió haber sido el punto de partida para la fundación de la Nación. Cerremos bien este período, con madurez. Eso permitirá avanzar con agendas conjuntas mucho más productivas.
¿Y usted qué espera del fallo?
Lo espero confiado. Para los gobiernos de Perú y Chile es un período delicado porque, sea cual sea, el fallo no dejará contentos a todos. Hay un principio básico del buen negociador y es que la mejor solución es aquella que no deja contento a nadie, pero, al mismo tiempo, no deja a alguien tan descontento como para desconocerlo. Entonces, habrá gente que se centrará en el vaso medio lleno y otra en el vaso medio vacío. Lo fundamental, es que la mayoría de la población de los dos países esté convencida de que es ventajoso para todos.
¿De qué manera ayudará el cierre de esta historia en la identidad de los peruanos?
Culminamos con una agenda pendiente, lo que permitirá destinar una serie de recursos a otras actividades. En la medida que logremos construir un país más integrado y que podamos dar mejores servicios y haya una mejor educación, podrá subir la autoestima. Esto serviría para no echarle la culpa al vecino y para ver nuestras propias responsabilidades.
¿Por qué nos demoramos tanto para llegar hasta lo que estamos viviendo ahora?
Es interesante comparar qué pasó entre Chile, Perú y Bolivia y qué pasó entre Alemania, Francia, Inglaterra, etc. En las dos guerras mundiales, se cometieron terribles atrocidades. En la primera guerra se estima entre 6 a 20 millones de muertos y en la segunda entre 60 a 150 millones. Pero 50 años después tenían la Unión Europea. Mientras tanto, nosotros tenemos dos siglos ahogándonos en retórica.
¿Cuál fue la diferencia?
Entre otras cosas, en Europa tuvieron la feliz idea de crear comisiones conjuntas de historiadores para forjar una historia que hiciese justicia a todas las partes. Uno lee la historia de la Guerra del Pacífico en Perú, Chile y Bolivia y parecen mundos distintos. Es necesario avanzar a visiones conjuntas y maduras. Como dije ,nos ahogamos en retórica porque el nacionalismo negativo fue muy útil políticamente. El punto es pasar del nacionalismo negativo al nacionalismo positivo. Tenemos elementos en común que nos sentimos peruanos sin necesidad de un agente exterior.
Ya estamos en el nacionalismo positivo…
Estamos avanzando en esa dirección. Pero hay demasiada desigualdad en el país y eso se expresa, por ejemplo, en la privatización de los espacios públicos. Si se compara Lima de hace 30 ó 40 años, con la actual, esto parece una ciudad de correccionales, llena de rejas, con sensación de peligro inminente, cierre de espacios. Todavía falta para que seamos una comunidad nacional.
OTRAS FRASES
- “A los políticos les recomiendo una actitud reflexiva, que ayuden a la población a entender el fallo. No es conveniente exaltar los ánimos”.
- “La unidad económica con Chile es un factor positivo de distención, pero llamo la atención que esto todavía está a nivel de élites”.
- “Hay, inevitablemente, en Perú y Chile, grupos que están en la onda del revanchismo, pero no es la tendencia dominante”.
CHILE SÍ ACATARÁ
- El historiador Nelson Manrique confía en que el Gobierno de Chile sí acatará el fallo de la Corte Internacional de La Haya.
- Sin embargo, reconoció que algunos sectores podrían estar a favor de dilatar el cumplimiento de
dicha sentencia.
- “Hay la posibilidad de que algunos políticos traten de aprovechar esto, pero el fallo no dejará contento a todos. Lo que importa es cuál será la tendencia dominante. Yo confío en que sí acatará”, señaló.
- Dijo que el diputado chileno Jorge Tarud, quien pidió que Chile se retire del Pacto de Bogotá, es una voz minoritaria en este momento.
- “Puede darle réditos políticos, pero la cuestión es cuál es el espacio en que se mueve políticamente hablando, no me parece que sea el dominante en Chile”, aseveró.
- Consideró, además, que no es momento de pensar en gestos por parte de Chile después del fallo. Dijo que se debe ir paso a paso, empenzando por su cumplimiento.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.