Los indultos y las conmutaciones de penas a narcotraficantes, concedidos durante el segundo régimen aprista, colisionaron con los objetivos de la lucha antidrogas en el Perú, porque algunos de ellos volvieron a delinquir, afirmó la procuradora Sonia Medina.
Si bien consideró que los indultos son un beneficio al que puede acceder un condenado, bajo razones debidamente justificadas, afirmó que se debe poner en la balanza el derecho de un sentenciado a salir en libertad y los derechos de la Nación a vivir en tranquilidad.
En ese sentido, Medina mencionó que se han dado casos de narcotraficantes indultados en el gobierno anterior y que luego han reincidido en el delito.
Afirmó que un gobierno debe tener rigurosidad al momento de conceder los indultos, a fin de evaluar el costo-beneficio y no afectar los propósitos de la lucha antidrogas como política de Estado.
La funcionaria comentó que excarcelar, por medio de la gracia presidencial, a condenados por tráfico ilícito de drogas debilita el trabajo del Gobierno contra el narcotráfico, más aún cuando se hacen esfuerzos y gastos para combatir ese flagelo.
Medina refirió también que dentro de las competencias de la Procuraduría Antidrogas no está ver el tema de los indultos, pues ello se analiza en la Comisión de Gracias Presidenciales y luego pasa por la discrecionalidad del criterio presidencial, tal como lo manda la Constitución.
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