La crisis política generada por indebida protección policial a la vivienda de Óscar López Meneses, exoperador de Vladimiro Montesinos, tiene para rato. La renuncia de Wilfredo Pedraza al Ministerio del Interior no satisfizo a la oposición, que también exigió la salida de Adrián Villafuerte, consejero del presidente Ollanta Humala.
Como era de esperarse, la bancada fujimorista fue la más incisiva a la hora de pedir la salida del exsecretario personal del general montesinista César Saucedo Sánchez de Palacio de Gobierno, pues consideró que es un “factor desestabilizador” del presente régimen.
“Esto solamente es un paliativo (la salida de Pedraza), quieren dar tiempo para solucionar la grave crisis. Para nosotros no es suficiente la renuncia del ministro. Esto (la vigilancia a la casa de López Meneses) vino desde las esferas más altas del Gobierno”, expresó Héctor Becerril, integrante de Fuerza Popular, en clara referencia a Villafuerte.
Por su parte, José León, vocero de Perú Posible, se mostró más cauto y pidió al jefe de Estado evaluar la permanencia de su cuestionado consejero en materia de seguridad.
Además, planteó que el Parlamento investigue cómo es que altos mando de la Policía Nacional decidieron otorgarle protección a un sujeto que formó parte de la red de corrupción fujimontesinista.
“Pedraza se está inmolando para que esta crisis no crezca, hay que reconocer que este es un gesto democrático, él está pagando la factura política, pero falta la factura penal”, precisó.
El miembro de Acción Popular-Frente Amplio Yonhy Lescano recomendó hacer hacer una reingeniería en el Ministerio del Interior tras la salida de Wilfredo Pedraza.
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