Pierina Carcelén,Actriz
Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com
Tiene un hijo de 11 años, está sin pareja y luce espectacular. Pierina Carcelén siente que vive buenos días, más aún por el éxito de La reina de las carretillas, la serie que protagoniza (de L a V, 9 p.m., en América Televisión). Su buen humor se nota en esta charla.
Luces despampanante…
¿Te parece? Gracias (ríe). No es algo que me proponga, no es algo de lo que sea consciente. Ahora, guapa sí me siento. Ante la cámara me siento muy cómoda, y eso se nota. Cuando me siento bien interiormente, transmito bienestar, sensaciones agradables, y eso puede ser llamado sensualidad, aunque yo no pretenda ser sexy. Pero ya que eso pasa, qué bueno que así sea (ríe).
¿Pasas desapercibida?
A veces sí, a veces no. Yo nunca me escondo debajo de unos lentes, de un pañuelo. Yo salgo a la calle naturalmente, como me agarre el día. ¿Perica? Tengo mis momentos, pero sí me gustan la ropa, los zapatos.
¿Eres vanidosa?
Sí. Los espejos me jalan (ríe), me choco con uno e, inevitablemente, me miro; no porque me admire, sino por curiosidad, para saber cómo me veo.
Has hecho varios desnudos…
Y los hice con mucha naturalidad. ¿Los repetiría? Sí, no tengo ningún problema en hacerlos. El cuerpo humano es lindo y, para mostrarlo, hay que cuidarlo. Me gusta comer sano, hacer ejercicios, tener una vida sana, saludable, porque la belleza es una consecuencia de la buena salud (ríe).
¿Te interesa lucir bien antes que ser una buena actriz?
No, pero hay que considerar que nuestro trabajo va a ser visto. Por eso debemos cuidar su parte estética, pues trabajamos para el público y hay que tener respeto por lo que le vas a enseñar a la gente (ríe).
¿Eres una chica tranquila?
Digamos que estoy dividida: hay una parte de mí a quien le gusta salir, divertirse, pero siempre he sido muy responsable. En el colegio tenía buenas notas, era estudiosa. Naturalmente, busco el equilibrio: no quiero ser la intelectual que está metida en la biblioteca el fin de semana, sino la chica que estudia de lunes a viernes y que el fin de semana sale a divertirse. Mi vida social siempre ha sido muy activa, pero, a la vez, he sido muy trabajadora y muy responsable.
¿Cambiaste por la maternidad?
La maternidad no me obligó a nada. Yo acepto las cosas como vienen, nunca me puse en plan lastimero. Di a luz y seguí con mi chamba. Soy empeñosa, me gusta trabajar duro, no soy conformista. En ese sentido, soy como mi personaje en La reina de las carretillas. Primero, tiene mi edad. Segundo, es muy trabajadora. Tercero, es madre, y su hija es su impulso para salir adelante en la vida, como lo es mi hijo para mí. Yo me siento agradecida y bendecida por mi vida.
Tu hijo tiene 11 años. ¿Te gustaría que pasara por los espacios que tú transitaste?
A mí me gustaría que él haga lo que le gusta. Todas las madres queremos que nuestros hijos tengan una buena vida, que no pasen dificultades, pero los contratiempos, los obstáculos, nos hacen más fuertes. Antes que evitar que mi hijo pase por situaciones difíciles, lo que pretendo es ayudarle a superarlas. Además, estoy orgullosa de lo que he vivido.
¿Qué piensa de la presencia televisiva de su mamá?
Le gusta. “Eres famosa”, me dice y está asumiendo esto con naturalidad. ¿Celoso? No. Me separé de su papá cuando él tenía nueve meses, y le he presentado a mis parejas, pero, eso sí, le doy mucho tiempo y espacio.
¿Por qué tienen tanto éxito varias de las series de Michelle Alexander?
Porque trabaja con personajes muy cotidianos y con situaciones posibles. Sus historias reflejan una realidad que hace que nos identifiquemos con ella. Sabe jugar con los personajes cómicos y los dramáticos, le gusta jugar con las emociones de los espectadores. Sus series son completas y reales, por eso gustan.
Eres ‘la reina de las carretillas’, un personaje popular…
Me siento feliz porque yo también tomo mi combi, como en carretilla, en huariques. No me atrevo a decir que tengo barrio, pero, como siempre fui independiente, me he movido por todos lados. Me gusta la calle y allí me siento bien ubicada.
Entonces, nunca te sentiste una pituca…
No lo soy ni lo parezco. Si bien estudié en un buen colegio, el Reina del Mundo (La Molina), mi familia nunca tuvo lujos. Yo no me iba de viaje al extranjero ni tenía las Barbies más alucinantes.
¿Te gusta la fama?
Me gusta el reconocimiento. El que las cámaras nos sigan no es lo que más me gusta de este oficio, pero se acepta porque las reglas están dadas así. Igual, jamás dejaré de ser yo, de salir, de tener una cita por miedo a una cámara; sería muy infeliz si dejara de hacer mi vida normal. Además, ya no me porto mal, soy una chica grande (risas).
AUTOFICHA
- Apenas cumplí 18 años me fui de la casa de mis padres, pero regresé en algunas oportunidades. Aunque siempre puse mis condiciones (ríe). Mi hijo tiene 11 años.
- Me mudé hace dos semanas. Quería tener mi espacio. Vivo con mi hijo. Me llevo bien con él, pero está creciendo y buscando su libertad.
- Camino tranquila por Gamarra. Lo popular me gusta. Escucho algunas cosas del Grupo 5, he ido a La Descarga, pero también disfruto las fiestas electrónicas.
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