Ya nada es igual

Carlos Bernuy Flores
Enviado especial

PUERTO LA CRUZ.– En medio de una absoluta tranquilidad, sin la euforia que desata su llegada a cada ciudad del extranjero en la que le toque jugar, la selección arribó anoche a Puerto La Cruz, siendo recibida por apenas cinco compatriotas en el hotel Venetur, donde está concentrada para el duelo de mañana ante Venezuela.

Juan Vargas llamó la atención al descender del bus con un estéreo escuchando música a todo volumen, mientras que el resto de sus compañeros mostraban un semblante serio. “Estoy bien”, atinó a decir Paolo Guerrero. Por su parte, André Carrillo señaló que está “listo si me toca jugar”.

Horas antes en Lima, y a comparación del último viernes, la selección se despidió en familia y casi en silencio. A la salida del ómnibus que transportó al cuadro rojiblanco al Grupo Aéreo Número 8, ya no lo esperaba más de un centenar de hinchas, sino cerca de 10 personas, quienes ovacionaron al equipo dirigido por Sergio Markarián.

Antes de la partida se ofició una misa. Luego, algunos familiares y Jefferson Farfán llegaron a la Videna para despedir al plantel y desearle suerte. Y en las afueras del Grupo Aéreo, apenas tres hinchas llegaron para alentar a la bicolor.

CALOR INFERNAL
La selección tendrá en el sofocante calor de Puerto La Cruz a un rival adicional. La temperatura alcanza los 34 grados centígrados de día. En la noche tampoco hay piedad y se llega a los 31 grados. Eso, sumado a la humedad, hará de la cancha del José Antonio Anzoátegui un verdadero infierno.

No se descarta que el comando técnico de Venezuela –que encabeza César Farías– mande regar la cancha para complicar aún más las posibilidades del combinado patrio.

TENGA EN CUENTA

- La Conmebol designó al argentino Néstor Pitana como árbitro del Perú-Venezuela. Él reemplazará a su compatriota Diego Aval, quien fue descartado por lesión.

- La selección está hospedada en el piso siete del hotel Venetur. Hoy, a las 7:00 p.m., se tiene previsto el reconocimiento del estadio José Anzoátegui.