Se debe invertir en salud, pero sin exagerar. En tal sentido, destaquemos dos males. La vigorexia, por un lado, es un trastorno que obliga a las personas a hacer ejercicio a cada rato, consumir sustancias para aumentar masa muscular, evitar grasas, entre otros síntomas, pero siempre a un nivel obsesivo y, paradójicamente, insano. La ortorexia, por su parte, consiste en lo siguiente: la persona tiene una fijación severa con la alimentación saludable, a tal punto que puede causar problemas en otras dimensiones tanto físicas como emocionales. Ambas patologías deben ser tratadas.
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