ARGEL (EFE).– La crisis de los rehenes que estalló el pasado miércoles en las instalaciones de gas argelinas de In Amenas –la primera de su género desde la sangrienta década de los 90– finalizó de manera dramática con la muerte de los últimos siete cautivos extranjeros.
Fuentes de los servicios de seguridad argelinos afirmaron que el último asalto se produjo ante la certeza de que los terroristas –integrantes de una célula salafista escindida de Al Qaeda– habían decidido suicidarse en grupo tras perder toda esperanza de escapar con los rehenes.
Cuando los hombres armados de las fuerzas especiales del Ejército ingresaron a la planta gasífera y abatieron a los terroristas, los siete rehenes –cuyas nacionalidades aún se desconocen– ya estaban muertos.
FALLECIERON 55
Antes de la confirmación del dramático final, medios locales informaron que habían sido liberados siete rehenes de nacionalidad japonesa, irlandesa e india y que se había descubierto los cadáveres carbonizados de otras 15 personas, al parecer, tanto de captores como de cautivos.
Según el Ministerio del Interior, en la operación de rescate, que comenzó el jueves, murieron al menos 23 rehenes argelinos y extranjeros –cuyas identidades no han sido desveladas– y 32 terroristas.
Asimismo, fueron rescatados 107 trabajadores extranjeros y 685 argelinos.
SABÍA QUE
- El objetivo de los terroristas era volar las instalaciones de gas de esta planta. Para ello habían colocado minas en varios puntos.
- La planta de gas In Amenas fue inaugurada en 2006, y su capacidad de producción se eleva a unos 9 millones de metros cúbicos, el 12% de la producción gasífera de Argelia.
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