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"Toledo es picón, por él nos sacaron de la tele"

“En la radio trabajo con libertad, no me censuran nada. Con quien sí me han pedido que no me meta es con Cipriani, el cardenal. Yo he imitado hasta al papa, pero el que se molesta es el cardenal”, dice Guillermo Rossini.

Foto: Martín Pauca.
Foto: Martín Pauca.

Guillermo Rossini,Humorista
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Guillermo Rossini está con el humor a flor de piel. Aunque anunció su retiro de la televisión, esta no lo deja. Es el nuevo jale de El especial del humor (sábados, 9 p.m., Frecuencia Latina), en el que le ha tocado el papel de un severo juez… que nos condena a las carcajadas.

No se cansa de trabajar…
Yo ya me había retirado de la televisión, pero me llamaron de Global y me dijeron que iba a estar sentadito, sin hacer mucho. Entonces me dije: “Si me la voy a llevar fácil, acepto” (risas), pero al final no me quedé sentadito y hasta empecé a hacer caracterizaciones, pero no me quejo, lo hice con gusto. Ahora estoy en El especial del humor, donde me han dicho lo mismo: “Usted tiene que estar como un empleado público, sentadito, sin hacer mucho” (risas).

Conoce a JB desde que él estaba en pañales…
(Ríe). Sí, lo conocí en Risas y salsa y, desde entonces, se ha superado mucho. Es muy trabajador.

¿Quién es el mejor humorista de la generación de JB?
La cosa está pareja (ríe). Para contar chistes, Barraza es insuperable. También me gusta ‘Melcochita’, quien sabe hacernos reír. Carlos Álvarez tiene mucho talento, mucha imaginación; es agilito y muy ácido. Manolo Rojas es muy completo: canta, imita, escribe guiones, es muy ingenioso. Hernán Vidaurre ha crecido una enormidad. Fernando Armas es muy ocurrente. Jorge Benavides es obsesivo, minucioso; es tan bueno que los otros imitan sus imitaciones (ríe).

Está muy diplomático. Ya, dígame, ¿cuál es su programa cómico favorito?
No veo ninguno (risas), estoy poco en casa. Lo que sí hago es leer diarios, revistas… Soy muy exigente, y a quienes trabajan conmigo los hago leer… aunque no les guste. Giovanna Castro, por ejemplo, es un poquito floja, pero yo le tomo examen (ríe).

Tiene caracterizaciones míticas: su ‘Chola’ es divertida; también, su ‘Toribio Gol’…
Y no te olvides de Barrantes. Es más, el Vaso de Leche nació en un sketch de Risas y salsa: la municipalidad daba desayunos, pero nosotros sacamos a ‘Frejolito’ tomando su leche, y allí le cambiaron el nombre a ese programa social, que primero se hizo institución y, hoy, una inmoralidad (risas).

¿Alguna vez un político lo amenazó por imitarlo?
De los presidentes, el que era muy picón es el ‘Cholo’ Toledo. Durante su gobierno, cuando estábamos en el Canal 4 y teníamos entre 14 y 15 puntos de rating, nos decían “no se metan con él”. Nosotros insistimos y nos sacaron, nos levantaron el programa a pesar de su buen rating.

¿De quién son la casa y la oficina: de él o de su suegra?
(Ríe). A la pobre vieja la han metido en un tremendo lío. Fujimori, con todos sus defectos, tenía más correa.

¿Quién ha sido el más mentiroso de todos nuestros presidentes?
Todos han tenido sus cositas. Alan García, por ejemplo, en un programa, y de forma graciosa, me llamó la atención: “Rossini, no te me prendas porque en cualquier momento te voy a acuñar” (imita la voz de García y ríe). Nosotros no nos casamos con nadie: le damos a Ollanta, a Nadine, quien es la que manda, lo tiene pisado a Ollanta (risas).

¿Le gustó algún político?
Me gustaba mucho Belaunde, y también fui hincha de ‘Frejolito’, al punto que nos hicimos amigos y hasta me visitaba en casa. Lo bueno de los políticos es que son inagotables: para empezar, no se retiran de la política –allí están Alan, Toledo, Castañeda– y, segundo, se meten en tantos problemas que son nuestros mejores libretistas (risas).

Para usted, que es un hombre vivido, ¿este es el mejor Perú que ha visto?
Dicen que económicamente estamos bien, que todos los meses crecemos 6%, mientras Europa se va en picada. También dicen que la pobreza ha disminuido, pero yo cada vez veo más niños pidiendo limosna en las esquinas, algo que solo se ve en el Perú. Y en política estamos llenos de inmoralidad: los congresistas regalan lo que no es suyo y, encima, se quedan con lo mejor. Es el colmo, parecemos un país de sinvergüenzas, de rateros…

Somos masoquistas, mire cómo nos gusta el fútbol…
¡Que vamos a ir al Mundial! Que las estadísticas, que las matemáticas, que nos faltan dos partidos, que si ganamos… tonterías. Encima, nos gusta que nos estafen: ese partido con Messi no pudo ser más amistoso. Y, como en la política, en el fútbol estamos llenos de personajes: Manco, Pizarro, Farfán… Nos da vergüenza explotarlos.

¿Se ha sentido alguna vez poderoso por su influencia en la opinión pública?
Nunca, yo no soy influyente; influyente es Raúl Vargas. Ahora, estar en los medios ayuda: una vez le negaron la visa a Estados Unidos a Hernán Vidaurre, y yo, en tono de broma, me quejé por lo sucedido: “Señores de la Embajada de Estados Unidos, cómo le van a negar la visa a un hombre que tiene dos Mercedes, tres trabajos y varios millones. Cómo es posible”. Al día siguiente, y sin cola, tenía la visa (risas).

AUTOFICHA

- Empecé imitando a los narradores hípicos y al presidente Manuel Prado. Al oírme, Augusto Ferrando se sorprendió porque antes no se imitaba a personajes.

- Con orgullo puedo decir que a Los chistosos, el programa que hago en RPP, lo escuchan en todo el mundo: en Corea, en Japón, en España, etc.

- Fujimori tenía correa, no se molestaba con nuestro humor, pero se aprovechaba de nuestro rating: daba sus conferencias de prensa a la hora de Los chistosos.


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