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"Tenemos miedo a enfrentar el crimen"

Renzo Reggiardo supo transformar un drama familiar en un sistema de apoyo ciudadano, cuyos espacios visibles son el programa de TV Alto al crimen y la línea telefónica de denuncias contra la delincuencia: *2580.

Foto: David Vexelman.
Foto: David Vexelman.

Renzo Reggiardo,Congresista
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Después de un lamentable suceso en el que su hija recibió un balazo, el congresista Renzo Reggiardo se especializó en temas de seguridad ciudadana, al punto que hoy conduce Alto al crimen (sábados, medianoche, Frecuencia Latina), un programa cuyo objetivo es “crear conciencia ciudadana en la lucha contra el crimen”. También tiene una central telefónica de denuncias: *2580 (Claro).

Tu vida es otra después del balazo que recibió tu hija. Y de esa circunstancia adversa has sabido salir adelante…
Pero no he ‘sacado provecho’ de ella. Me tocó vivir una situación que, sin duda, me cambió la vida. Y la idea del programa y mi inmersión en temas de seguridad ciudadana nacieron de una conversación que tuve con mi esposa y en la que analizamos la solidaridad que la gente nos mostró. Entonces, nos preguntamos qué podíamos hacer para canalizar esa buena disposición de la gente. Decidimos fundar una ONG, y de ella han nacido Alto al crimen, mi programa de TV, y una línea telefónica para denunciar actos delincuenciales. Yo tomé esto, no como un beneficio, sino como una obligación.

Y hoy te has especializado en seguridad ciudadana…
Sí, y al poco tiempo asumí la presidencia de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Congreso. Cada día me he ido involucrando con el trabajo policial, con las normas… de tal manera que sé dónde está el problema de la seguridad ciudadana.

¿Dónde está el problema?
El Estado no ha entendido que la seguridad ciudadana está en emergencia, que vivimos una situación crítica. Se han tomado decisiones para el mediano y largo plazo, pero en lo inmediato no hay nada. El punto de partida debe ser declarar en situación de emergencia la seguridad ciudadana y, segundo, legislar sobre ella. No hay que confundir ‘estado de emergencia’ –cuando se restringen derechos ciudadanos y el Ejército sale a las calles– con ‘situación de emergencia’, que permitiría que todos los estamentos del Estado –de los municipios a las regiones, pasando por el Ejecutivo– compren directamente los recursos necesarios para combatir el crimen evitando las licitaciones. Tenemos un Estado ineficiente, que no ve la gravedad de la situación.

¿Los problemas en la seguridad ciudadana se arreglan con leyes?
Con una serie de medidas, dentro de las cuales está el cambio de las leyes. Vivimos una situación crítica, miren lo que opina la gente. Y este problema no es local, tenemos un país en emergencia. Hay ciudades como Trujillo donde todos los días hay asesinatos, zonas tomadas por la delincuencia, donde la población no solo pide que se declare la ‘situación de emergencia’, sino el ‘estado de emergencia’.

¿La Policía debería ser municipalizada?
Sí. Los alcaldes están cerca de los vecinos y representan el poder político, que está sobre el castrense o policial. Por eso deberían tener el control de la Policía de su zona. Quizás este proceso debería empezar municipalizando la Policía de Tránsito.

¿Qué tan involucrada está la ciudadanía en los temas de seguridad?
Por eso encabezo un programa como Alto al crimen. Mucha gente tiene miedo de enfrentar el crimen, temor a denunciarlo, de contribuir con la captura de delincuentes. Nos falta compromiso ciudadano: si vemos que le roban a alguien no lo ayudamos, nos hacemos los desentendidos. Y esto, en parte, se origina por la falta de confianza de la población en su Policía, en sus autoridades, en el sistema… Por ello, se vuelve indiferente.

¿Somos una sociedad violenta o nos estamos transformando en ella?
Lo segundo. Hay mucha proliferación de armas en la calle, ya no nos sorprendemos por un disparo…

No está bien que el ciudadano de a pie use armas…
No debería usarlas, soy un enemigo de su uso. La solución no está en matar al delincuente, sino en que no haya delincuentes. Falta una adecuada distribución de la riqueza, no todos son partícipes de la supuesta bonanza, hay mucha gente excluida. No se está trabajando en prevención, en valores y principios. Nos estamos preocupando en hacer de nuestros hijos personas eficientes, competitivas, ambiciosas, yoístas, pero no necesariamente éticas, con principios y valores.

¿Crees en la rehabilitación de los delincuentes?
Sí, pero la rehabilitación pasa por una política de Estado, de tal manera que las cárceles no sean unas escuelas de delincuentes. Por eso, repito, es necesario crear un nuevo marco legal, y hay que implementar mecanismos alternativos como los brazaletes electrónicos. Así evitaríamos cárceles hacinadas, y esto se hace aún más urgente pues el 60% de nuestra población penal no tiene sentencia firme o es un reo primario, y tener a todos ellos en las cárceles es más caro y peligroso que ponerles un brazalete y pagarle a una empresa privada para que los monitoree. A nivel mundial, el 97% de personas que tienen el brazalete cumplen con lo estipulado en este régimen de control.

AUTOFICHA

- Tenemos una buena Policía, muy profesional. La misma Policía deplora la corrupción. La volvería a especializar pues hoy tenemos muchos efectivos ‘todistas’.

- El 28 de julio de 2016 no sé dónde estaré. Si bien me interesa la política
–soy secretario general de Cambio 90–, también tengo una familia.

- Mi hija Arianna está muy bien, recuperándose. Por el balazo, su pulmón se afectó, pero ya nada. El episodio que vivió no lo olvidará, pero es muy madura.


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