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La trama del caso Martín Belaunde se degrada a una velocidad preocupante, y no parecen existir reflejos en el gobierno capaces de hacerle frente. Y, aunque algunos allegados al poder central quieran echarle la culpa de todos los males a la prensa independiente, lo cierto es que los puntos se unen día a día y la figura que emerge aterroriza.
Si el mandatario tiene la fibra para negar la relación con el esfumado Belaunde Lossio, pues requerirá de mucha proteína para separar la activa participación de Juan Carlos Rivera Ydrogo con estamentos del Gobierno Central. Estas no son conjeturas o coletazos de despechados: sobran los documentos, las visitas, y –por supuesto– los contratos.
Somos conscientes, por supuesto, de la gravedad de esta situación, ya no solo para este gobierno, sino, además, para la precaria democracia en la que vivimos. Pero nuestro deber está en informar, y en mayor razón cuando las instituciones llamadas a servir como contralores del poder se encuentran cooptadas, jaqueadas o confinadas por intereses subalternos.
Rivera Ydrogo no es un personaje cualquiera; representaba a Martín Belaunde Lossio al comienzo, luego fue colaborador y aportante de la campaña nacionalista, para finalmente ser un suertudo empresario. El futuro poselectoral le fue favorable, gracias a contratos entregados “por servicios personalísimos” en un mercado donde sobra la oferta.
El mandatario ha deslindado de Belaunde Lossio, y la PCM ha exigido la intervención de la Contraloría en ese caso, así como en el de Rivera Ydrogo. Ambas gestiones plausibles, por cierto.
Bueno sería, si algo podemos acotar, que la retórica oficialista sea consecuente con la realidad. No se entienden las expresiones del congresista Abugattás. ¡Cómo le va a parecer excesiva la detención preventiva, si el fulano está prófugo! Mientras el mandatario le solicita a Belaunde Lossio ponerse a derecho, ¿el congresista Abugattás actúa como abogado de oficio?
Las cosas no pintan bien, y no es por culpa de la prensa; Belaunde Lossio y Rivera Ydrogo manchan, sí, pero no son un producto del papel y la tinta.
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