22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

Se están viniendo abajo instituciones de alcance global como las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, que obtuvieron cierto peso después de la Segunda Guerra Mundial. ¿O ya terminaron de desplomarse? Los iniciadores simbólicos del proceso fueron George Bush y sus acompañantes Blair, el británico, y Aznar, el español, cuando en 2003 decidieron invadir Irak.

Ese fue el inicio del actual clima, alimentado por corrientes que se dirigen a romper “órdenes” que se consideraban intocables: el presidente de EE.UU., Donald Trump, afecta instituciones básicas de la democracia, como la libertad de prensa. Vladimir Putin, presidente de Rusia y el otro hombre fuerte del momento, lanza bombas en Siria y no destaca por su trayectoria democrática. Al mismo tiempo, Trump corre el riesgo de que se pruebe que recibió apoyo de Putin en campaña electoral: la idea del “occidente civilizado y democrático”, por los suelos.

Otra corriente mundial es el mando de la economía y el comercio, por encima de toda consideración democrática representativa. El mejor ejemplo es China. Se puede denunciar (con razón) al gobierno dictatorial venezolano, pero a China… ni con el pétalo de una rosa.

Los movimientos políticos xenofóbicos europeos –en Francia, Gran Bretaña, Austria y Holanda, por mencionar cuatro países– son, igualmente, vigorosos movimientos antidemocráticos que fomentan regímenes autoritarios y que quieren traerse abajo la Unión Europea.

Al lado de todo esto, la corrupción también es pan de cada día. El Perú no se libra, y el Brasil es una muestra extrema: dirigentes de la izquierda se han visto directamente involucrados, y en la acera derecha ahora estalla nueva información que alcanza al propio Temer, además de los ya conocidos manejos de decenas de parlamentarios y de los presidentes de las cámaras. El desprestigio institucional es tal, que en otros tiempos el golpe militar estaría servido.

En síntesis: crisis del orden internacional, de la democracia representativa, de la Unión Europea y, en cierta medida, del modelo neoliberal.


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