22.NOV Viernes, 2024
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Opinión

“Fuerza Popular ha entrado en un momento en el que tendrá que definir aspectos centrales”.

Fuerza Popular ha entrado en un momento en el que tendrá que definir aspectos centrales de la vida interna de su organización y, sobre todo, de su orientación política. Su dilema político central –ya no pensando en si interpela y censura a los ministros Basombrío o Vizcarra, o si las diferencias entre los hermanos Fujimori se incrementan o no– es si seguirá intentando ganarse a los “liberales de derecha”, como en las últimas presidenciales, u optará por un populismo autoritario de derecha más clásico, claramente conservador, ya sin los gestos de Harvard.

Un viraje, sin la figura de Alberto Fujimori como cabeza política, significaría regresar, si bien no al golpe del Estado, al estilo más rudo, más antipolítico y más confrontacional, ampliando sus vínculos con el mundo informal y de representación de las varias esferas de los sectores emergentes.

Esta estrategia tendría como propósito construir una mayoría electoral sin el apoyo de los medios de comunicación más influyentes, ni de la mayoría de los empresarios de más peso; menos aún de lo que se podría denominar “derecha liberal”. Sería, sin duda, una apuesta arriesgada, porque los efectos electorales de incrementar la polarización política son difíciles de calcular, y porque podría profundizarse el deterioro del clima político.

No obstante, no puede descartarse que Fuerza Popular se decida por este viraje, porque sintoniza, además, con la nueva ola del movimiento populista conservador y proteccionista mundial, que lideran Donald Trump, en EE.UU., y, a su manera, en un ámbito regional, la experiencia de Erdogan –el súper primer ministro de Turquía, que acaba de reformar por referéndum la Constitución de su país para centralizar aún más su poder bajo un régimen presidencialista– expresa ese mismo movimiento de desconfianza ante atributos de la democracia representativa como la libertad de expresión o la independencia de los poderes del Estado.


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