25.NOV Lunes, 2024
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Opinión

“Cada uno de los corruptos comprobados deberían ser expuestos vestidos en traje a rayas. Piénselo, ministra”.

Estamos hartos. La corrupción se destapa nuevamente por todos lados. Ex presidentes. Empresarios. Funcionarios. Alcaldes. Gobernadores. Periodistas. Abogados. La lista recién empieza. Estamos en el inicio de una ópera que va a traer sorpresas de distinto calibre. Cuando la información judicial se desclasifique en Brasil y Estados Unidos, nos enfrentaremos, además, a muchos inimaginables. Algunos me dicen que no me sorprenda, que no sea ingenuo. Pero cuando leo estas noticias me invade la cólera. Y no soy el único, hay quienes sienten mucho más que cólera. Cuando veo las caras de los implicados en los diarios pienso, ¿cómo pueden dormir tranquilos? ¿Cómo pueden justificarse a sí mismos delante de sus hijos? ¿Cómo pueden andar orgullosos por la calle cuando su “mérito” proviene del engaño y la estafa? Sinvergüenzas. Traidores a la patria.

No nos debemos quedar en el enfado. Tenemos que reaccionar para no hundirnos todos en su porquería. Tengo una idea. Cada uno de los corruptos comprobados deberían ser expuestos vestidos en traje a rayas. Piénselo, ministra. Piénselo, asesor del presidente. La idea es hacer evidente que el corrupto es tan dañino como el terrorista pues ambos destruyen el valor de la política, la confianza en la democracia. Porque con la violación del bien común quieren hacernos creer que todo es una inmundicia. Y no nos merecemos eso. Exponerlos en traje a rayas para que sientan una vergüenza que les carcoma la indecencia. Ya sabemos que la cárcel es poco para el inmoral arribista. Ellos pagan para estar en una buena celda y, después, esperan disfrutar de sus mal habidos miles o millones.

Desprecio popular. Rechazo indesmayable. Los niños deberían saber que los corruptos no solo roban del presupuesto estatal sino que violan las expectativas de la gente afectando, principalmente, los servicios de salud, educación, justicia, infraestructura, en fin, todo eso que hace que una sociedad pueda, por fin, ser mejor para sus integrantes. Todo corrupto es un promotor de la pobreza y la miseria, es un agente contra el bienestar y el progreso. Escoria social.

Tenemos que transformar esta desgracia en algo positivo. Construir la ecuación “corrupción” igual a “terrorismo” en el sentido común de todos los peruanos. Tenemos que señalar cada rostro, cada acción, cada intento de destrucción del bien público. No nos merecemos esto quienes trabajamos y pagamos impuestos sin trampa. Los que votamos esperando que las cosas sean mejores para los nuestros. Tenemos que oponer a estas noticias lo mejor de nosotros. No somos una sociedad de mierda como estos nos quieren hacer creer. La gran mayoría no somos ciudadanos tarados y egoístas. Nos toca levantar una ola inmensa, gigante, hermosa que limpie nuestra polis. Rechacemos la costumbre. Comencemos señalando.


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