Sabor a oliva

Rodrigo, el restaurante de Rodrigo Conroy, ya tiene 10 años en el duro pero sabroso mundo de la cocina peruana. Pero, cuidado, aunque esté en Lima, Rodrigo se encarga pronto de aclarar que él hace cocina de autor, una cocina donde se esfuerza en presentar las técnicas más avanzadas (aprendidas en sus muchos viajes) y los ingredientes más sabrosos, sin importar su origen: “Solo quiero que sean buenos”, nos explica.

Y uno de esos sabrosos ingredientes es el aceite de oliva, un producto que, por bueno, rico y saludable, ya deberíamos incorporar en nuestra dieta (y cocina).

El Perú tiene valles en Ica, Arequipa y Tacna donde se producen centenarios olivos. Uno de ellos es Yauca (Arequipa), de donde proviene Acaville, el aceite con el que trabaja Rodrigo.

Con él en la mano nos preparó un magret de pato hembra que es acompañado con un puré de setas y falsos cherrys rellenos de foie gras. Sin duda, un plato complejo en sus varias texturas.

Luego nos sacó un plato que rompió un tanto nuestros esquemas: un mero sobre carpaccio de conchas cubierto con una crema de turrón y aceite de berenjenas quemadas. Hay que probarlo para entenderlo.

Después vino la estrella del día: un carpaccio de lomo y foie gras servido con un helado de aceite de oliva. Puede sonar pretencioso, pero hay pocos placeres tan intensos como comer un foie gras.

En la barra hay buenos gin tonic y los postres se portan bien. Descubra lo demás por usted mismo.