Rosana Cueva: Los Superengañados

Sueño con el día en que los consumidores seamos ciudadanos, como se habla tanto hoy, empoderados. No la llanta de repuesto en el carro de la modernidad o simples billeteras listas para ser trasquiladas. Hace meses que, a través de las redes sociales, algunas radios y desde Panorama, se muestran casos probados de cobros injustificados. Mientras en los estantes aparece un precio, a la hora del pago aparece otra completamente distinta y no son céntimos de diferencia. Se ha acreditado cómo una promocionada oferta de 2.99 soles se convierte en caja en 11 soles. Cómo un vino cuyo precio en estante es de 21.90 en boleta aparece 37.90 y ocurre, de manera coincidente, en casi todos los supermercados.

Indecopi anuncia que ha iniciado proceso sancionador luego de un trabajo de investigación y supervisión realizado en setiembre. Faltan pocos días para que acabe octubre y nada ha cambiado.

Más peruanos siguen siendo esquilmados sin que siquiera lo noten.
No son solo los supermercados los que han encontrado en los clientes y en el sistema terreno fértil para el abuso. Pregunte en la caja de una tienda por departamentos cuál es su cuota de pago, le referirán únicamente el pago mínimo, muy conveniente para la empresa para seguir generando mayores intereses sobre su deuda. No le gusta, haga una cola de dos horas para averiguar lo que olvidó.

Y así con empresas de seguros, de telefonía, de luz, de agua. No importa si son parte de una transnacional, respondan a capitales peruanos, o sean estatales. Muchos parecen pecar de lo mismo.

En momentos en que apostamos por el fortalecimiento de la institucionalidad en el país, que un nuevo defensor el Pueblo asegura que se preocupará por la defensa del consumidor, me gustaría saber en qué momento los consumidores seremos los protagonistas y no simples extras en esta gran película llamada libre mercado.