Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
amariategui@peru21.com
Por eso, no creo que el Twitter sea un fenómeno duradero; ya otra cosa lo reemplazará. Y mucho se deberá a que uno no encuentra mensajes sustantivos, sino sandeces o insultos, por lo que más parecieran “reses sociales” que redes sociales por lo paupérrimo del intelecto, como los mensajes reiterativos hacia mí de Angel@Lito 0404 (valiente que pone a su madre en su avatar), Jimmyenlanada, Timpano, LucyFer, Malu, #Danyel, Aiapaec y Brian Wilson Vade Retro, que no pasan de insultos, inventos baratos o lugares comunes. Por lo menos otros –como el primitivo jardinero de Miami, la demente Pía, mi mayordomo Gerardo, el nombre de peluquero Flavio A, el huesero El Troba, el disparatado Jorge Zegarra V, el pintón galanazo de Hollywood Daniel Calagua, los fracasados ‘literatos’ Hans Ruhr, Julio Cruz Merino y Gustavo ‘Faverín’, el ‘actor’ Roberto Ysla, las esculturales Beggs, Moni Guerra, Maga, Stephanie Saenz y Elaine Supo’, el ‘dramaturgo’ canino Renzo García, el agresivo relacionista de Atlas Copco Carlos Soria, Orestes Agreda (así se llama el pobre) o el pelado, soez y magaliesco chupe de JDC– no son como estas musarañas cobardes que se refugian en anónimos para atacar desde las sombras. A ver, pongan sus nombres. Y reitero: no tengo Twitter, ni blog, ni Facebook, así que no hagan caso de impostores.
PD: Mis condolencias a la familia de Julio Favre. ¡Gran pérdida!
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