Las mascotas ayudan a mejorar la calidad de vida de los seres humanos, por más que uno reniegue cuando hacen sus necesidades en la alfombra o cuando rompen algún florero. Los beneficios se hacen notar en la salud. Por ejemplo, tener una mascota y compartir tiempo con ella permite experimentar sensaciones agradables, lo cual se traduce en una disminución de la presión arterial, la ansiedad y el estrés. Hasta la autoestima se fortalece, ya que el hecho de sentirse querido y necesario para otro ser ayuda a consolidar una personalidad segura. La responsabilidad, por su parte, es también un valor que se enriquece con una mascota. Darle de comer, sacarla a pasear, asearla y atenderla cuando se enferma hace que la persona entienda lo que significa tener un compromiso.
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