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“El público peruano está loco por las carreras de autos”

Gracias al Rally Dakar, el Perú es una fiesta. Conversamos con Gerard de Rooy, vencedor en la categoría camiones en la versión de 2012. Quiere ser bicampeón.

(David Vexelman)
(David Vexelman)

Gerard de Rooy,Piloto del Dakar
AUTOR: GONZALO PAJARES
gpajares@peru21.com

Hace 25 años, su padre, Jan de Rooy, ganó el Dakar, la prueba automovilística más dura del mundo, que mañana parte desde el circuito instalado en la Costa Verde. Gerard de Rooy (Holanda) la ganó en 2012 a bordo de su camión Iveco. Este año quiere repetir la hazaña.

Tu padre, Jan de Rooy, quien es considerado una leyenda del automovilismo, ganó el Dakar 25 años antes que tú. ¿Qué significa esto para ti?
Mi equipo y yo trabajamos durante 10 años para ganar el Dakar. Felizmente, en 2012 se dieron las condiciones para que esto sucediera, y fue una gran casualidad que justo se conmemorasen los 25 años de la victoria de mi padre. Por eso, me sentí más feliz en la victoria.

¿Tú también quieres convertirte en una leyenda?
Si ganas un Dakar, sin duda, te haces famoso y, claro, ayuda tener el apellido de un campeón, pero, al final, todo el esfuerzo realizado tiene un solo objetivo: ganar, lo de ser ‘leyenda’ viene después, y no depende de uno, sino de la gente.

Este es uno de los plus del Dakar: convierte a sus ganadores en grandes protagonistas del automovilismo mundial…
Recuerdo que cuando empecé, hace diez años, el Dakar no era tan publicitado como hoy. Y, bueno, yo tuve la suerte de ganarlo el año pasado. Mi vida, desde entonces, no ha cambiado mucho, pues soy un hombre sencillo. Ahora, es verdad que uno se hace más famoso ganando una vez el Dakar que logrando varios campeonatos de rally. Es verdad, la competencia tiene una magia especial.

¿Te sientes más poderoso conduciendo un camión?
Nunca pasó por mi cabeza conducir un auto o una camioneta, son muy pequeños y los siento frágiles. Manejar un camión es maravilloso, y lo es más si lo haces al límite, compitiendo cara a cara con los mejores pilotos del mundo.

¿Qué condiciones debe tener un piloto para competir en una prueba con el Dakar?
Además de una gran fortaleza mental y un gran preparación física, hay que ser consciente de que la prueba dura 14 días. Es decir, uno no puede darse al máximo durante los primeros días porque, de lo contrario, no llegarás a la meta. Hay que ser muy calculador, planear muy bien la estrategia a seguir. Al inicio hasta podemos permitirnos algún error, porque quedan dos semanas para recuperarse, pero, en realidad, hay que optar por hallar el equilibrio, el balance exacto entre lo que uno puede dar y lo que exige la competencia. Yo sé que la prueba es dura, que los 15 minutos que te puede tomar cambiar una llanta te podrían costar la carrera. Por eso, hay que ir duro, pero con cuidado.

Desde que empezaste has estado en el primer nivel. ¿Por qué crees que ha sido así?
Porque desde el inicio he tenido un buen camión, un gran equipo, buenos mecánicos, y a ello le he sumado mi talento como piloto y, sin duda, algo de suerte. Por ejemplo, el año pasado, Miki Biasion, mi compañero de equipo, venía sexto, y eso me ayudó muchísimo pues si algo hay que tener claro en este tipo de competencias es que solo no puedes ganar.

Corres el Dakar hace 10 años. ¿Cuáles son las diferencias más saltantes entre los trazados africano y sudamericano?
En Sudamérica, el primer año no fue tan bueno porque las rutas no estaban muy bien demarcadas y no había espacio para adelantar. En cambio, en África hay espacio para hacer lo que uno quiere. Sin embargo, el año pasado fue diferente, la carrera estuvo muy bien trazada, las rutas eran buenas y había mucho espacio para adelantar.

Ya en 2012 transitaste por el desierto peruano. ¿Cuáles son los retos que esta ruta les impone a los pilotos?
Las dunas peruanas son hermosas, pero el año pasado no pude disfrutarlas mucho porque estaba más preocupado en ganar. Venía primero y no podía distraerme, pues el objetivo de los demás pilotos era pasarme, sacarme la victoria. Este año, como partimos en Perú, espero tener tiempo y ánimo para admirar el paisaje de este país.

¿Es verdad que el público peruano es muy entusiasta?
Recuerdo que en los primeros especiales realizados en el Perú había demasiada gente, en verdad demasiada, mucha muy cerca de la ruta, pero se portó de maravilla. En realidad, el público peruano está loco por los fierros, por los autos.

Entrevisté a Ramón Ferreyros, el principal piloto peruano en este Rally Dakar, y él me dijo que no corría por él sino por el Perú. ¿Por quién corre Gerard de Rooy?
Por mí mismo (ríe). En realidad, por mi equipo, por Iveco. No importa si gano yo o gana Miki Biasion. Lo importante es el lugar que ocupe el equipo en la competencia.

Tu padre fue piloto, tú eres piloto. ¿Quieres que alguna de tus hijas siga la tradición familiar?
Bueno, son aún pequeñas, no hay cómo saberlo. La idea no me disgusta, pero tampoco me entusiasma. Esperemos ver cómo se presentan las circunstancias.

AUTOFICHA

- Mi padre, Jan de Rooy, ganó el Dakar hace 25 años. Yo lo gané en 2012. Tengo tres hijas, son muy pequeñas como para saber si querrán competir en el futuro.

- De los 74 camiones que compiten en el Dakar, 28 tienen pilotos holandeses. Es decir, nuestra calidad está creciendo día a día.

- Manejar un camión es, para mí, como manejar un auto. Es más, a veces el trazado es mejor para camiones que para autos, por eso siempre vamos al máximo.


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