Ariel Segal,Opina.21
arielsegal@hotmail.com
El próximo 18 de setiembre los escoceses votarán para decidir si se independizan o no de Inglaterra, que conforma el Reino Unido junto a Gales e Irlanda del Norte (6 provincias de población mayoritariamente protestante que, en 1921, fueron separadas de las católicas del sur, desde entonces la soberana República de Irlanda). En caso de que Escocia anule el Acuerdo de Unión que la vinculó con la monarquía inglesa en 1707, culminará gradualmente el vínculo político-económico de más de tres siglos entre ambas poblaciones.
Los partidarios de la independencia argumentan razones prácticas, puesto que los 5 millones de escoceses se verían favorecidos en no repartir a partes iguales la bonanza del petróleo del Mar del Norte con Inglaterra, pero no se pueden omitir razones de identidad para comprender por qué quieren separarse:
– Los escoceses descienden de los pictos, tribus celtas originarias de Anatolia (Turquía) y el Cáucaso asiático, mientras que los ingleses provienen de los anglos y los sajones provenientes de lo que hoy es Alemania.
– Su lengua histórica es el gaélico escocés. Aunque cada vez es menos hablada, la distinción del acento, más que las palabras, les hace sentirse diferentes de los ingleses.
– Escocia tuvo dos guerras de independencia, durante la Edad Media, contra reyes de Inglaterra que intentaron someter a su población, lo que les hace sentir un gran orgullo histórico y nacional.
– La religión principal es la protestante a diferencia de la anglicana de Inglaterra.
– Poseen tradiciones peculiares como la gaita escocesa, las faldas (kilt) originarias del siglo XVI, etc.
Son varias las razones que motivan a muchos escoceses (¿la mayoría?) a declararse independientes.
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