Alfredo Ferrero,Al.Mercado
Tras el fallo de La Haya, muchos pensaban que las relaciones peruano-chilenas tendrían un futuro sin contratiempos al haberse resuelto el único pendiente: la frontera marítima. La Haya no tenía competencia para definir parámetros de frontera terrestre. La viveza chilena surge cuando La Haya determina que la frontera marítima parte del Hito N°1 y los chilenos reinterpretan que ese es el límite terrestre, que fue fijado en el tratado del 29 en el Punto de la Concordia. Si la frontera marítima parte del Hito N°1, ello no implica que esa sea la frontera terrestre. Con los tratados no se juega. Si la frontera terrestre de 1929 es desconocida por Chile, se puede abrir la caja de Pandora, y sería discutible la costa que perdió Bolivia, Tarapacá o Arica (que pasó a Chile sin referéndum). ¿Tanto valen esos metros de triángulo terrestre, hoy costa seca, como para arriesgar la relación Perú –Chile?
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