“No hacer los Panamericanos sería una tragedia”, dijo el presidente Pedro Pablo Kuczynski cuando le pidieron su opinión sobre declaraciones del flamante presidente de Confiep, Roque Benavides. Ayer, el alcalde de Lima, los apristas y la presidenta del Congreso le dijeron “hasta aquí nomás con los Panamericanos”. Cuando recién se habló de la posibilidad de interpelar al ministro Martín Vizcarra, el jefe de Estado introdujo sin ton ni son la cuestión de confianza.
Hoy, el vicepresidente iba a ser interpelado y, aunque hay sectores políticos que confían en que no llegará la sangre al río, se ha agravado la situación de Vizcarra por el cuestionado contrato para la construcción del aeropuerto de Chinchero en el Cusco.
Revelaciones que hicimos en Punto final potencian los cuestionamientos a las condiciones en que se firmó la ya famosa adenda. El audio propalado durante la sesión del directorio de Ositran, en el que se escuchan inexplicables cambios de posición de dos de sus directores, puede cambiar el juego del Congreso y poner contra la pared al gobierno.
¿Es necesario exponer al vicepresidente a la posibilidad de una censura? ¿Por qué Galarreta, vocero de Fuerza Popular, responde públicamente que no recibirán a Vizcarra antes de la interpelación –postergada anoche hasta nueva fecha–? ¿Por qué los congresistas de PpK permiten el ninguneo público? ¿Por qué, si tiene más de 60 años trabajando y conoce la administración pública (como dice el comercial), le es tan difícil responder y retomar la iniciativa, sin meter la pata? ¿Por qué él mismo se pisa los talones, se dispara a los pies, en lugar de morderse la lengua y negociar (que debería ser su especialidad) con los entes políticos para avanzar? PPK debe darse cuenta de que no se puede seguir poniendo zancadillas. El suelo está cerca. Y es muy pronto.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.