“No puedo creer lo que está haciendo, en serio”, dice Manuel. Está consternado. Pero antes de detallar por qué se encuentra así, es necesario brindar algo de contexto. Manuel terminó hace cinco meses con Laura, después de tres años de relación. La ruptura no fue en buenos términos: Manuel fue quien puso fin al asunto porque no quería nada más con ella. La relación se había tornado monótona y, para colmo, él había conocido a una chica nueva en su trabajo, alguien que le hizo sentir nuevas cosas, emociones que hace ya mucho tiempo había dejado de sentir con Laura. Antes de sacarle la vuelta, Manuel prefirió cortar.
En estos cinco meses, Laura ha intentado volver con Manuel. Nunca aceptó del todo haber terminado de esta manera. En gran parte porque aún lo amaba, pero también por orgullo: ¿cómo era posible que fuera él quien rompa una relación de tres años? Después de haber pasado por diversas etapas –desde sentirse culpable hasta sentir que había perdido tres años de su vida con un pelmazo–, Laura decidió establecer contacto con Manuel. Dos o tres veces por semana. Un mensajito en Facebook. Un mensaje de texto al celular. Una que otra llamada. Manuel, por su parte, no quería saber nada de ella. Hizo caso omiso a cada intento de comunicación.
Laura, en su desesperación por cerrar ese capítulo, buscó a Marco, el mejor amigo de Manuel. Durante el tiempo que ella y Manuel estuvieron juntos, Marco fue muy amigo de Laura. Sin embargo, tras la ruptura, ambos se separaron también. Lo cierto es que retomaron la amistad. Marco le aconsejó que se olvide de Manuel, ya que él había seguido su vida y que, de hecho, ya tenía nueva enamorada.
Por cosas del destino, Laura y Marco se empezaron a gustar. “Sí, no sé cómo pasó, pero pasó”, cuenta Marco. Laura, si bien se sentía atraída hacia Marco, vio una oportunidad de fregarle la vida a Manuel. Conquistar a su mejor amigo: qué puñal tan doloroso. En cuestión de semanas, Laura y Marco entablaron una relación formal. Manuel estalló al enterarse. Se enfureció con Marco. “Los amigos no se hacen estas cosas. Es una decepción”, dice.
Este caso tiene varios puntos para analizar. El primero: ¿es sano que Laura busque venganza mediante el amigo de su ‘ex’? No, sin duda. Nada de saludable hay en tener una relación amorosa cargada con motivaciones oscuras. Lo segundo: ¿debe Manuel ofenderse por lo sucedido? Este aspecto podría ser discutible. Para muchos hombres, una regla universal no escrita es la siguiente: jamás tener una relación con la ‘ex’ de un amigo. Es un tabú. Para otros, no hay problema. Si Manuel decide superar el asunto y ver a Marco con Laura, bien por él. Pero si le resulta incómodo, “traicionero” o lo que sea, también está bien que guarde su distancia. La tranquilidad personal es lo más valioso.
DATO
- Después de terminar una relación, lo conveniente es guardar un duelo emocional antes de emprender un nuevo camino amoroso. Es fácil en el papel, pero cuesta.
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