Paolo se echó sobre el césped, con la bandera rojiblanca encima, e hizo como si estuviera soñando. La imagen sintetiza la historia. “Lo soñé. Soñé que ganaba el partido y anotaba un gol”, se desahoga el peruano tras cumplir aquello que se propuso cuando cambió Hamburgo por Corinthians.
Que un jugador de 28 años dejara el ‘Viejo Continente’ para jugar en el Brasileirao, pista de aterrizaje de cracks ‘europeos’ con más almanaques encima (Deco, Forlán, Seedorf), sorprendió a más de uno. Pero Paolo no dudó cuando fue contactado. El ‘Timao’ acababa de ganar la primera Copa Libertadores de su historia y tenía el boleto para el Mundial de Clubes. Guerrero se mostró seducido de inmediato.
ASÍ LLEGÓ AL ‘TIMAO’
Tite observó a Paolo en la Copa América 2011, donde terminó como goleador con cinco tantos. Al DT le gustó mucho cómo se las arregló para jugar solo en punta.
Tras conquistar la Libertadores 2012 sin un ‘9’, Corinthians se lanzó a reforzar ese puesto. En la lista estaban Guerrero, Claudio Pizarro, Alexander Pato, Vágner Love y Kléber, pero el del Hamburgo fue el elegido.
Luego de recibir la oferta, Guerrero llamó a Luis Ramírez para que le contara de su futuro club. A ‘Cachito’ le confió que quería cambiar de aire, buscar un gran título. De hecho, no había ganado nada desde el doblete Bundesliga-Copa que logró con Bayern (2004-05 y 2005-06).
El ‘Depredador’ se cumplió a sí mismo y a todo el Perú. Apenas sonó el pitazo final en Yokohama, el ‘9’ del Corinthians se paseó por todo el estadio con la rojiblanca como segunda piel. Guerrero no la soltó nunca. Era su manera de decir que nosotros, que veremos Brasil 2014 por TV, también somos campeones.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.