Rubén Blades,Músico
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com
De los salseros vivos, es el más grande. Rubén Blades ha sabido ponerle feeling y baile, literatura y ritmo, ideas y diversión a la salsa; por eso su vigencia, su contemporaneidad. Con estudios en Harvard, fue ministro de Cultura de Panamá, país del que quiso (y quiere) ser presidente. Amante del Perú, de su música, de su gente y de su cultura, mañana encabezará el festival Chimpún Callao, que se desarrollará en el estadio Miguel Grau: un verdadero conciertazo.
¿Todo arte es político?
Eso lo afirman los ideólogos ortodoxos. El arte político posee el contenido ideológico que lo califica, es propaganda más que nada y un instrumento de sus fines. Esa misma línea ideológica ortodoxa puede incluso afirmar que el acto sexual es un acto político, algo que resulta un absurdo.
¿Se considera un intelectual que hace música?
No.
¿Por qué eligió la salsa como medio de expresión artística?
Me interesó la combinación producida por la aplicación del ritmo y de la síncopa de ese género con el aspecto reflexivo característico de la literatura.
Musicalizó textos de García Márquez. ¿No fue un poco atrevido de su parte?
No, ¿por qué? A Gabriel le encantó el resultado, y creo que ese álbum tiene arreglos muy buenos, como Isabel, Ojos de perro azul y Claro oscuro. A los dos nos interesaba ver en qué dirección podían reinterpretarse los sentidos originales de los cuentos cortos que García Márquez escribió en su época inicial. Eso hicimos y, por eso, nos gustó el disco, al que titulamos Agua de luna. Mi posición frente a la crítica de ese disco es esta: Si no le gusta, no lo oiga, punto. Nadie lo está obligando a hacerlo. Nadie puede prohibirnos el intentarlo. En resumen, creo que ha sido una muy afortunada colaboración, que dejó un precedente claro: la literatura y la salsa no resultan incompatibles.
Tiene dos horas libres: ¿Escucha música, escribe una canción, lee o ve una película?
Leo.
¿Alguna vez se propuso hacer una canción solo para ser bailada, donde la letra solo fuese un acompañamiento de la melodía, de la música?
Cuando escribo algo, pienso en unidad, letra y música. ¿Acaso usted pregunta que por qué no escribo instrumentales? Para qué si lo que me interesa es contar historias.
Hablemos de la salsa de hoy. Dicen que está en crisis. ¿Está de acuerdo?
Creo que la crisis está en la ausencia de imaginación, aquella que no reconoce que la salsa está viva, sobre todo en Europa y Asia. La gente parece empeñada en medir la importancia de algo utilizando patrones de antaño. Que no exista un Héctor Lavoe no quiere decir que no haya otro cantante bueno entre la generación actual de jóvenes. Yo diría que no lo hemos descubierto todavía, pero que está por allí, lo está. Quizás esté en Venezuela o en Perú, en Colombia o México… y no en New York.
Sabemos que le gusta el rock. ¿Cómo fue su colaboración con Lou Reed?
Escribimos canciones juntos. Somos amigos. Espero verlo, a él y a Laurie Anderson, su señora, en un acto benéfico que se desarrollará en New York el 1 de setiembre, donde también actuarán mi esposa Luba y su trío de jazz.
¿Cómo es su relación con las otras artes?
Digamos que ha sido constante: ya tiene más de 50 años.
Ha sido actor en algunas películas de acción. ¿No le interesó hacer un cine más personal?
En realidad, hago películas como un hobby y no he buscado proyectos específicos. Me llaman y, si puedo y me interesa, respondo, independientemente de si es un rol protagónico, principal o de apoyo. El 12 de agosto fui a Inglaterra a trabajar con el director Ridley Scott en su proyecto The Counselor. Es un papel pequeño, pero el proyecto parece interesante, y Ridley Scott es un director especial y de calidad.
¿Nunca le interesó dirigir alguna película?
Aún no creo saber lo suficiente como para dirigir películas. Pinto, pero para mí, no para exhibirlo. Ahora me ha empezado a interesar la fotografía.
Su relación con el Perú es musical y afectiva. ¿Podría describir su relación con esta tierra?
Es un país noble, con gente muy trabajadora, muy cariñosa, que me ha dado su apoyo siempre. Además, ustedes han tratado muy bien a mi hermano Roberto. Ese afecto es sincero, y lo sentí desde la primera vez que visité Perú. El pretexto fue una feria del libro cuando Alfonso Barrantes era alcalde. Los peruanos que he conocido han sido trabajadores, cumplidores y solidarios. Imagino que habrá personas negativas, pero no las conozco.
¿Volverá a la política activa?
Probablemente lo haré, aunque no tengo una fecha exacta.
AUTOFICHA
- Mi posición frente a la crítica del disco donde musicalicé cuentos de García Márquez es esta: Si no le gusta, no lo oiga, punto. Nadie lo está obligando a hacerlo.
- Cuando escribo una canción, pienso en una unidad: letra y música. No escribo instrumentales porque lo que me interesa es contar historias.
- La gente parece empeñada en medir la importancia de algo utilizando patrones de antaño. Que no exista un Lavoe no quiere decir que no haya cantantes buenos.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.