‘Tamara’, un joven transexual de 19 años, escapó de su natal Jaén a corta edad. Al llegar a Lima, se dedicó a la prostitución. El año pasado le detectaron tuberculosis y, pese a sus múltiples intentos para recibir medicación en los hospitales, ninguno le brindó ayuda. La razón: carecía de un documento de identidad. En junio pasado murió víctima del terrible mal.
Este es solo uno de los dramáticos casos de los numerosos travestis, homosexuales y meretrices que, por las noches, toman las calles del centro de nuestra ciudad para ofrecer sus caricias a cambio de unos cuantos soles.
Si bien en febrero del año pasado, cuando la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, anunció la creación de la denominada ‘zona rosa’ para Lima, estos ‘trabajadores’ creyeron que iban a encontrar una salida a su terrible realidad, ahora ven muy lejana tal posibilidad.
En aquella ocasión, la burgomaestre indicó que la propuesta buscaba poner fin a la explotación sexual de menores.
Pese a la ola de críticas de diversos sectores, Villarán inició una serie de reuniones con representantes de los trabajadores sexuales para lograr una concertación. Sin embargo, más de un año después, aún no hay decisiones tomadas.
Es más, los diálogos se han suspendido, mientras la prostitución parece crecer día a día en el Centro de Lima. Susel Paredes, subgerente de Organizaciones Vecinales de la comuna limeña, admitió a Perú21 que todavía no se han retomado las reuniones con las organizaciones de las mencionadas trabajadoras en la Mesa de Trabajo Sexual. “Nos estamos enfocando en una campaña”, sostuvo.
ASESORAMIENTO
¿A qué campaña se refiere? Nada menos que a un programa de asesoramiento de travestis. Es decir, mientras la Gerencia de Fiscalización de la Municipalidad de Lima asegura que realiza una serie de operativos para erradicar las prostitución en el centro de la ciudad, paralelamente se crea una oficina de ayuda para los citados ‘trabajadores’.
La Gerencia de Participación Vecinal ha comenzado a asesorar a los travestis para que puedan obtener su DNI. Susel Paredes señaló que algunos de los muchachos que han solicitado ayuda se dedican a la prostitución.
Asegura que ellos “no pueden acceder a un trabajo formal por la falta de documentos. En ningún lugar vemos una cajera ‘trans’ ni nada. Se dedican al trabajo sexual”.
La funcionaria manifestó que al menos 30 transexuales ya iniciaron los trámites para obtener sus partidas de nacimiento. Al menos, ocho ya cuentan con su identificación.
“Los buscamos en sus viviendas, ubicadas en el Cercado de Lima, para ofrecerles este apoyo. Se trata de un beneficio pero, a la vez, una gran responsabilidad”, dijo.
Según explicó, la mayoría tiene menos de 30 años y llegaron a la capital luego de ser “exiliados de las viviendas de sus parientes. Algunos necesitan que los acompañemos a las oficinas del Reniec porque se burlan de su condición sexual y de su aspecto físico cuando intentan solicitar un duplicado de su DNI”, refirió.
De esta forma, afirmó, los transexuales podrán solicitar su ingreso al Seguro Integral de Salud (SIS). En los próximos meses también recibirán peticiones de las travestis que residan en otros distritos limeños.
CONTRADICCIÓN
Para el regidor metropolitano Alberto Valenzuela, miembro de la Comisión de Seguridad Ciudadana de la comuna capitalina, esta medida resulta contradictoria.
“Hay un doble mensaje”, criticó Valenzuela tras asegurar que le solicitará a la alcaldesa Susana Villarán que presente una política institucional frente a la prostitución.
En un recorrido por diversas zonas del Cercado, Perú21 pudo comprobar que los travestis y las meretrices continúan ofreciendo sus servicios sin control (ver cuadro).
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