25.NOV Lunes, 2024
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Opinión

Un régimen político de catorce años deja huellas imborrables en la cultura política de sus gobernados. A un año de su muerte, el legado de Hugo Chávez es perjudicial para los valores democráticos en Venezuela.

Carlos Meléndez,Persiana americana
Según datos del proyecto de opinión pública LAPOP, la cultura política entre los venezolanos cambió durante el chavismo. Pasó de valores favorables a la estabilidad democrática (apoyo al sistema y tolerancia política), a ser dominada por el rechazo intolerante a quienes critican el autoritarismo gobernante. Venezuela es el tercer país latinoamericano con mayor porcentaje de su población proclive a sostener una estabilidad autoritaria (36.7%), solo precedido por Ecuador (37.8%) y El Salvador (38.9%). (En el Perú, el 29.6% comparte una cultura autoritaria).

Venezuela es un país dividido. De acuerdo con una reciente encuesta de Venebarómetro, el 35.7% de encuestados se define como chavista, el 29.5% como opositores y otro 29.5% como neutrales. En cada grupo las propuestas de salida a la actual crisis varían. Entre los oficialistas, el 82.9% sostiene que se debe esperar a que Maduro concluya su mandato, el 5.1% favorece la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y un 4.2% apoya una revocatoria presidencial.

En cambio, entre los anti-chavistas, la estrategia más popular es el referendo revocatorio con 55.9% de apoyo, seguida por la vía constituyente con un 24.6% de respaldo. La espera al término del gobierno de Maduro es respaldada por un 12%.

A pesar de las movilizaciones, el gobierno todavía se mantiene fuerte ante la opinión pública. Un dato importante inadvertido es que para el 51.9% la gestión de Maduro es aprobada (inclusive un 16% dentro de los opositores).


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