Los lugares públicos son grandes fuentes de microorganismos nocivos. Estos, a su vez, son responsables de infecciones que afectan las vías respiratorias, el sistema digestivo, la piel, entre otras. Sin embargo, muchas personas no lo saben. Veamos. Supongamos que usted tiene que retirar dinero de un cajero automático. ¿Sabía que los botones de este aparato poseen unan gran cantidad de gérmenes? Solo imagine dónde habrá metido la mano la persona que usó el cajero antes que usted. Otro lugar común: el baño público. Ojo, no solo hablamos de lugares obvios como el inodoro. Una investigación de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) determinó que los dispensadores de jabón líquido son, paradójicamente, lugares altamente cargados de bacterias, tanto como las manijas de las puertas, el papel higiénico y las llaves de los caños.
¿Hará una llamada desde un teléfono público? Cuidado con el auricular. ¿Acudirá a una cabina de Internet? Cuidado con el teclado. ¿Usará transporte público? Cuidado con las barandas. Todos estos lugares son paraísos para los gérmenes.
¿Qué hacer, entonces, si todo parece contaminado? Solo queda reducir al máximo el riesgo. Si bien el ser humano está constantemente en contacto con gérmenes y las defensas del organismo están haciendo su trabajo, hay una manera de aumentar el nivel de protección: el simple y correcto lavado de manos.
Esto puede hacerse en casa, apenas llegue de la calle, pero también sirve cargar siempre un gel antibacterial y usarlo cuando sea necesario. No se trata de ser paranoico, pero vale la pena tomar algunas precauciones.
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