Pedro Salinas se hizo fanático de la saga ‘Canción de hielo y fuego’ después de ver ‘Juego de tronos’ (‘Game of Thrones’, en inglés), su adaptación televisiva. “Cuando vi el primer capítulo, por recomendación de un amigo, me aburrí, ni siquiera terminé de verlo. Pero este amigo insistió y me pidió darle a la serie una segunda oportunidad. Lo hice y tan enganchado quedé que busqué el libro. En un viaje a España me compré toda la saga y, literalmente, devoré todos los libros. Hoy soy un fanático, más que de la serie, de la estupenda historia creada por George R. R. Martin”, nos dice Salinas, fanático mayor de ese vicio –literario y televisivo– llamado ‘Game of Thrones’, que este domingo 12 estrena su quinta temporada.
¿Por qué te gusta ‘Game of Thrones’?
Porque es un coctel casi perfecto donde entra la política, la intriga, el género fantástico; es una suerte de ‘thriller’ donde los buenos mueren y el mal muchas veces triunfa, y la ambición y la búsqueda del poder se hacen latentes. Además, tiene unos diálogos que me resultan exquisitos. Si hacemos un paralelo con Tolkien, aquí el héroe es quien uno menos se imagina: me refiero a Tyrion Lannister, un enano deforme por una heridas de guerra, una suerte de paria para su propia familia, un tipo que trata de divertirse pero que la ha pasado muy mal…
Pero que compensa todas esas “desventajas” con su inteligencia; es brillante…
Lo es. Además lee. Es el más culto de su familia, de todo ese universo inventado por Martin. Su sarcasmo, su fina ironía, su manera frontal de decir las cosas me encantan. Tyrion me encanta, es un personaje muy bien logrado. Todos los personajes de la serie balancean el bien y el mal… como sucede en la vida diaria, salvo excepciones como la de Cersei Lannister, quien es la villana más malvada que recuerde en la historia de la literatura: las brujas de los cuentos son unas hadas buenas a su lado.
¿El amor profundo por sus hijos no la humaniza?
Es verdad, ella es la maldad encarnada pero con sus hijos es una leona. ‘Game of Thrones’ tiene la cualidad de mostrar a muchas mujeres, en diferentes roles, pero casi siempre destacados.
La saga es muy violenta, cruel…
George R. R. Martin tiene la virtud de ser capaz de asesinar, de eliminar a sus personajes más emblemáticos sin hacerse ningún drama, particularmente si es de la familia Stark (ríe). Martin es un despiadado total, pero no le perdonaría que le haga algo a Tyrion; que mate a John Snow, a Jaime Lannister, a la Targaryen, pero con Tyrion no se puede meter: soy un fanático del rol que juega en la historia.
¿Prefieres a los Lannister o a los Stark?
Me caen varios personajes que están dispersos en ambas familias. De los Stark, el que mejor me cae es el bastardo, John Snow, que además aún no se sabe si es Stark. Tenemos la versión de su supuesto padre, Ned Stark, pero en ‘Juego de tronos’ hay que dudar de todo y todos. Ya manifesté mi preferencia por Tyrion, pero Jaime también me atrae: al inicio era un villano, pero se está transformando y está yendo hacia el camino correcto. Tywin Lannister, el patriarca, era muy atractivo, sus objetivos eran claros, transparentes: él quería estar cerca del poder, consolidarlo, darle soporte; no ejercerlo pero sí tener el control, su teje y maneje; es el estratega. Cersei, Jaime y Tyrion tienen algunos de sus rasgos.
En términos literarios, ¿qué destacas de ‘Canción de fuego y hielo’?
No se trata de literatura sofisticada, es una historia eficaz que conjuga una serie de elementos que me divierten, me entretienen. Tolkien inventó un idioma, el idioma élfico; en él hay cosas valiosísimas.
¿Martin o Tolkien?
(Ríe) Tolkien influenció a Martin, y este, usando elementos de Tolkien, ha construido una historia que, a mí, me ha enganchado más que ‘El señor de los anillos’ o ‘El Hobbit’. Martin tiene un mejor manejo de la aventura, un estilo eficaz que apela a la acción, a la intriga, al misterio… y no es predecible; Tolkien, en cambio, se toma su tiempo. Eso sí, sin Tolkien no existiría Martin.
¿‘Juego de tronos’ es gran literatura?
(Piensa) ¿Qué cosa es gran literatura? Martin no es Borges (ríe). A mí me ha enganchado. Martin ha tenido la cualidad de agarrarme de la nariz y llevarme como le ha dado la gana por su relato.
¿‘Juego de tronos’ es una notable serie de TV?
Lo es, aunque a algunos no les guste… como me pasó a mí al principio. Le di una segunda oportunidad y tan enganchado quedé con la serie que busqué el libro. En un viaje a España me compré toda la saga y, literalmente, los devoré todos, pues son adictivos. Hoy soy un fanático, más que de la serie, de la estupenda historia creada por George R. R. Martin.
¿Has releído la saga?
No, no me da para tanto (ríe). Lo que sí he hecho es este ejercicio ‘freak’: copiar frases que me han gustado, que luego suelto en el Facebook, su escenario ideal. Martin tiene frases, en verdad, geniales.
¿Crees, como muchos, que los grandes escritores contemporáneos son hoy guionistas de TV?
Siempre he visto series: me enganché con ‘X-Files’, pero creo que con ‘24’ se marca un nuevo hito en ellas: las mejores historias saltan del cine a la TV. En el cine hay cierta orfandad, mientras uno encuentra en la TV cosas que nos satisfacen, que nos llenan más. El cine ya no es el único lugar donde uno encuentra historias que nos satisfagan, hoy estas también están en series de TV, en documentales, en cortos. Hoy se hace mejor televisión que cine, al menos en cuanto a Hollywood se refiere. Por ejemplo, ‘Breaking Bad’ es genial; ‘The Wire’, igual.
El problema de las series de TV es su fugacidad: ‘Los Soprano’, por ejemplo, fue grandísima, pero hoy pertenece al pasado. Fellini, en cambio, siempre será contemporáneo…
La fugacidad es un problema contemporáneo y tiene que ver con la tecnología, la forma vertiginosa como se mueve el mundo, etcétera. Muchas series se fabrican como salchichas pero, felizmente, la buena literatura siempre perdurará.
AUTOFICHA
■ “Primero me enganché con la serie, luego pasé a los libros. Hoy ‘Canción de hielo y fuego’ me gusta más que ‘Game of Thrones’, su versión televisiva. Mi ejercicio ‘freak’ es copiar frases del libro y citarlas en FB”.
■ “Las series estadounidenses son buenas, pero prestémosle atención a la televisión inglesa, la europea. Por ejemplo, hoy las mejores series policiales son escandinavas y británicas”.
■ “Hay momentos en que queremos leer a Borges, pero también hay otros en los que preferimos sentarnos a ver ‘Breaking Bad’. Lo ideal sería combinar ambas facetas y, sobre todo, tener el tiempo para ellas (ríe)”.
Por Gonzalo Pajares (gpajares@peru21.com)
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