No se trata de ofertas navideñas de último minuto. En nuestra política, la clásica oferta comercial del 2x1 también existe. Los peruanos elegimos a Humala y, sin darnos cuenta, nos hicimos en Palacio de un combo del que nadie nos había informado: Ollanta llegó con Nadine y de ahí en adelante pasaron cinco años en los que no quedaba claro quién tomaba las decisiones importantes.
Y un fenómeno que se repite en todo proceso electoral es que aquello que le faltó al gobierno saliente la población se lo reclamará al entrante. Por eso, después de cinco años de un liderazgo débil y bicéfalo, el elector quiere un presidente en Palacio que dirija con firmeza y en democracia los destinos del país.
En ese escenario, la que más dudas suscita es Keiko Fujimori. La candidata imbatible de los 30 puntos recibió su primer gran desafío de su propio padre. La carta de Alberto, donde le indica a su hija quiénes deben integrar la lista de candidatos, es el regalo envenenado que sus contrincantes estaban esperando. La duda sobre el liderazgo de Keiko quedó sembrada y dejó entrever, en caso de un eventual triunfo, el riesgo de que nos gobierne nuevamente un 2x1 con sede en la Diroes.
El segundo caso es opuesto, pero no deja de ser interesante. La dupla García-Flores, hay que reconocerlo, es una combinación política muy poderosa. Sin embargo, en sus primeras apariciones públicas empiezan a vislumbrarse problemas que podrían afectar la campaña de la Alianza Popular: Lourdes habla de propuestas en primera persona “no voy a caer en la oferta de quien da más”, señala la lideresa del PPC con respecto del sueldo mínimo y uno no puede evitar sentir que en esa alianza hay dos candidatos, que podrían terminar opacándose entre sí. ¿Será el 2x1 de la Alianza Popular una dupla poderosa o una lucha entre iguales que terminará multiplicándolos por cero? El tiempo y la campaña lo dirán.
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