Gabinete contraincendios

Prácticamente todas las fuerzas de oposición condicionan su participación en el diálogo convocado por Ana Jara a una recomposición del gabinete. No deja de sorprender esta sólida coincidencia entre sectores antes enfrentados en diversos temas, como Fuerza Popular, el PPC y el Apra. Las diferencias sobre este punto son menores y se refieren al número de ministros que deben ser removidos.

El PPC, a través de Javier Bedoya, señala que hay que remover cuanto antes a, por lo menos, seis de los integrantes del gabinete Jara. Fuerza Popular menciona a cuatro, con nombres y apellidos: Daniel Figallo, Daniel Urresti, Pedro Cateriano y Eleodoro Mayorga. Mientras tanto, el Apra parece optar por una renovación total que incluya a la propia Jara. Eso se puede deducir tanto de lo afirmado por Alan García en el programa de Milagros Leyva como de las declaraciones de Mauricio Mulder, quien reiteró que “con este gabinete no se puede dialogar” y añadió que, aunque la premier Ana Jara le parece “una persona decente, su liderazgo ha sido sobrepasado”.

El único líder importante que ha marcado la diferencia, respaldando al gabinete Jara, ha sido Pedro Pablo Kuczynski, quien señaló que hay que dejar trabajar al gobierno y exigió madurez y responsabilidad a los líderes políticos. Es difícil evaluar ahora el costo o los beneficios que le pueda reportar a PPK esta posición diferenciada, pero hay que reconocer la entereza que supone tomar distancia del resto en un momento en que todos quieren pescar a río revuelto.

Aunque es evidente que la crítica situación por la que atravesamos la ha generado el propio gobierno o personas de su entorno más cercano, sería recomendable la prudencia. No solo para garantizar la gobernabilidad, como quiere Kuczynski, sino porque arrinconar al régimen puede terminar favoreciendo la facción más autoritaria de las dos que (mal) conviven en Palacio de Gobierno.