Mijail Palacios Yábar
@mijailpy
Esta semana se conmemoró el Día Internacional de la Mujer y recordamos que hace 34 años se fue la gran Chabuca Granda. La voz autorizada para conversar (y reflexionar) sobre ello es María Angélica Ayllón Urbina, mujer aguerrida que nació en Lince y cantante talentosa que ha llegado hasta Alemania. Con ustedes, una entrevista al ritmo de Eva Ayllón.
¿Cómo fue su primer acercamiento con Chabuca Granda?
Cuando grabé ‘Cardo o ceniza’. Yo estaba en Lince, en el paradero para irme a la casa de mi mamá. Me iba al Callao. Estamos hablando del año ochenta. De pronto, Chabuca salió de un carro y me dijo: “Gracias por grabar ‘Cardo o ceniza’. Así se canta”. Mi hermana me tuvo que jalar porque me quedé atónita… Luego tuve la oportunidad de compartir más con ella en el local El Embrujo, que quedaba justo en la bajadita del Puente de los Suspiros, donde se cantaba sin micrófono. También en el Callejón de un Solo Caño, en Miraflores, en la cuadra 12 de la avenida Larco. Y tuve la oportunidad de que me llamara para su programa de televisión, donde me enseñó muchos ‘tips’.
¿Cómo cuáles?
Me decía que cuando uno va a una reunión tiene que ser posiblemente el último en llegar y el primero en irse. No quedarte. ‘Si usted viaja, señora, y está en un medio de celebración, destape su propia botella, no beba delante de nadie, no fume delante de nadie, porque son cosas privadas’, me decía. Luego hemos estado muchas veces en su casa tomando té y conversando, escuchando o haciendo música. Yo tendría unos 26 años.
¿Y cuándo fue la primera vez que escuchó a Chabuca?
A los 11 años por la radio de la vecina, porque yo no tenía radio y cuando aparecía en la televisión la veía en blanco y negro. Yo tengo dos referentes muy fuertes: Chabuca Granda y Mercedes Sosa. Sin las voces de esas dos mujeres, en la vida hubiera sido cantante.
¿Qué canciones de Chabuca escuchaba?
Por ejemplo, ‘Las flores buenas de Javier’, ‘Sonreía’, ‘Una larga noche’, ‘El surco’, ‘Vértigo’. Jugaba a cantarlas.
¿Ya soñaba con ser cantante?
No, en esa época no. Pero cuando conocí lo que era el canto quería ser una Chabuca Granda o una Mercedes Sosa.
¿Por qué debemos escuchar a Chabuca?
Por su poesía y por la forma de decir las cosas. Ella decía que era un San Bernardo cantando, que ella cantaba horrible. Pero yo creo que es una de las voces más hermosas que ha tenido el Perú.
Usted ha desarrollado una voz que, digamos, está en la otra orilla. Chabuca tiene un registro más llano, elegante y Eva una voz con potencia, fuerza…
Claro, por la época, por el género y por la generación. Pero en el momento de interpretar a Chabuca yo me quiero volver Chabuca para hacerlo como ella lo hacía.
En estas semanas se ha generado un debate por las canciones que supuestamente alientan la violencia contra la mujer. Los mexicanos de Café Tacvba evalúan dejar de cantar ‘La Ingrata’, por ejemplo. ¿Se debe dejar de interpretar esas canciones?
Es complicado…
Por ejemplo, Lucha Reyes cantaba la canción ‘Propiedad privada’: “Para que sepan todas que tú me perteneces. Con sangre de mis venas te marcaré la frente…”…
Imagínate, esas canciones existen desde que no había nacido ni tu padre ni el mío… Lo que hay que cambiar es la mente del ser humano, que tenga más amor, más bondad, más tolerancia…
¿Como mujer se ha sentido discriminada?
Cuando era niña y, además, porque soy negra. Doblemente discriminada: por ser mujer y negra. He tenido compañeras de trabajo que han sido muy crueles conmigo en el momento de los shows. Yo aparezco en una época en la que están todas las glorias, los verdaderos divos… Los Embajadores Criollos, Las Cinco Grandes, Alicia Maguiña, Mario Cavagnaro, Perú Negro. Ya estaba un Donayre, una Lucía de la Cruz, Bartola, Bracamonte, Barraza, Tania Libertad. Ya estaban todos. Entonces, el que salía en esa época tenía que luchar codo a codo, hombro a hombro para tratar de destacar y que alguno de los grandes diga: ‘Oye, trabaja bien, canta bien’. Fui telonera muchos años de Lucha Reyes. He trabajado al lado de Jesús Vásquez. Y recibido el apoyo de todos. Pero no todos son dadivosos.
¿Qué le pasó?
Me hacían problemas, me volteaban las tapas de los zapatos. No querían que saliera en el lugar que me correspondía.
Las típicas condiciones: ‘yo toco, pero si no toca ella’, ¿no?
Claro que sí ha pasado. O sino, ‘por qué le ponen el nombre más grande a Eva en el afiche’. Yo solo digo: cobro tanto, mi show demora tanto, estos son mis músicos y punto. Me preguntan: ‘¿En qué lugar quiere ir?’. En el que te dé la gana, les respondo. Si quieres comienzo el show.
Quizá esa sea parte de la fórmula del éxito…
Es que tu trabajo no lo demuestras con un lugar o un tamaño en un afiche sino en el escenario. Nada más.
Autoficha
- “Soy mayor de edad, pero me siento de 18 años. Todo el tiempo ando ‘craneando’ ideas. Aunque siento que me faltan más shows y ver en cada canal de TV que se programe una hora criolla, con todos los valores que hay. Bartola lo hace, pero no es suficiente. Debería ser una ley”.
- “Canté por primera vez a los 11 años. Y ya llevo producidos más de 30 discos. Este 25 de marzo, seré parte del Festival ‘Chabuca Vive’, en la Concha Acústica del Campo de Marte (Jesús María), junto a Amanda Portales, William Luna, entre otros artistas”.
- “Sigo preparando el disco con mis chicos del programa La Voz. Estoy haciendo dos producciones a la vez: una negra y otra criolla, y posiblemente me vaya donde Tania Libertad (a México), porque a raíz del éxito que tuvo el concierto en Lima, creo que ella quiere editar un disco”.
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