Lionel Messi se fue de Lima con bronca. Ni una inoportuna lesión o una derrota del Barcelona le produjo tanta molestia como la que lo obligó a abandonar el ‘Duelo de Gigantes’ que se disputó el martes.
El problema comenzó en el entretiempo del partido disputado en el Nacional. De manera inexplicable, el jefe de seguridad de la FPF, Fernando Obregón, condicionó la reanudación del encuentro al retiro de los familiares de la ‘Pulga’, quienes estaban en el banco.
Entonces, Fabio Capello, DT del equipo ‘Messi y sus amigos’, mandó a desalojar del banquillo a todas las personas extrañas, entre las que también estaban los hijos de Mario Yépes y allegados a Neymar.
La Policía intervino, pero el guardaespaldas de ‘Lío’, Horacio Enrique, se interpuso para que nadie tocara a los hermanos de Messi, lo que generó un conato de bronca.
El ‘10’ del Barcelona se olvidó del partido cuando vio que sacaban a sus familiares. A los 61’, el ‘gaucho’ se retiró del estadio muy molesto. Ni siquiera volvió a entrar al camarín. Su hermano Matías recogió sus cosas junto con las de Ezequiel Lavezzi, mientras que la ‘Pulga’ se dirigió a la camioneta en la que había llegado al Nacional.
Tras retornar a su hotel, el argentino retiró sus pertenencias y se dirigió inmediatamente al aeropuerto, donde se subió a su avión privado y abandonó nuestro país.
SABÍA QUE
- Messi canceló el duelo que hoy debía jugar en Los Ángeles “decepcionado con la organización”, según publicó en Facebook.
- “Tenía muchas ganas de asistir y disfrutar como lo hice en Perú y en Colombia. Este proyecto está hecho para los fans”, dijo Messi.
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