Tras el proceso de regionalización o descentralización, que muchos creen que ha fracasado, los resultados electorales parecen dar la razón. Alcaldes y presidentes regionales son elegidos o reelegidos pese a denuncias o estar encarcelados, y hay candidatos con antecedentes preocupantes. La fragmentación política e institucional regional es evidente y ningún partido logra consolidar liderazgo. Hay más movimientos regionales que partidos políticos ganadores. Preocupa la elección de Santos (detenido) en Cajamarca (economía en declive). Aduviri en Puno y Michael Martínez en Apurímac van a segunda vuelta con discursos antimineros. La tolerancia a la corrupción se muestra en la elección de nuestros candidatos; hay que desterrar de la política la frase “se roba, pero se hace obra”. ¿Será, como dijo Pasquel en El Comercio, que para el elector todos los candidatos son delincuentes?
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.