Difícil de creer

Talia Schvartzman,Opina.21
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Muchas veces, lo que es de fácil acceso pierde credibilidad. Me refiero a alimentos o productos naturales que, por prácticos, accesibles o baratos, son “demasiado buenos para ser verdad”. Estamos acostumbrados a pensar que lo que cuesta más es mejor o que un suplemento es mejor que los propios alimentos. De hecho, la absorción de nutrientes es mejor (casi 100%) cuando estos provienen de la alimentación que cuando proviene de suplementos (aproximadamente 70%). Sin embargo, en algunos casos se indica el consumo de suplementos, ya que son requeridos en mayores cantidades y necesitaríamos volúmenes mayores de alimentos. Me refiero a las personas de la tercera edad, las embarazadas, las madres lactantes o en situaciones específicas en las que se recomienda un suplemento. Una alimentación adecuada, balanceada y variada con una ingesta diaria de alrededor de cinco porciones de frutas y verduras debe cubrir las necesidades de vitaminas, minerales y antioxidantes. Tenemos productos naturales excepcionales como, por ejemplo, el germen de trigo, la chía, la linaza, la quinua, las cuales nos brindan minerales, grasas omega 3, fibra y aminoácidos. Podemos usarlos como parte de la alimentación y así enriquecer el aporte de nutrientes, siempre que no haya alguna enfermedad o condición médica que lo contraindique.