Mijail Palacios Yábar
@mijailpy
Daniel Ahmed dirige, desde este año, el ambicioso Plan de Menores de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), que ya está en marcha. La oficina del profesor argentino tiene hasta tres pizarras llenas de apuntes, gráficos y diagramas, que son como murales que decoran casi todo el ambiente. En esas tres paredes descansa el futuro del fútbol peruano. Y en estas líneas nos explica cómo revolucionará este deporte, que no va a un Mundial desde hace 34 años.
¿Cuál es su balance de las dos últimas fechas de las Eliminatorias mundialistas?
La primera lectura es que hay generaciones que siguen demostrando que el fútbol peruano tiene talento y jugadores para generar éxito. Y detrás de eso hay un buen trabajo de Ricardo Gareca y su equipo, dándole oportunidades a los que más las merecen. La otra lectura es que mientras no cambiemos la base, siempre es más lo que vamos a sufrir que lo que vamos a disfrutar.
¿Y qué debe cambiar en esa base?
Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Colombia son países donde los equipos de primera, segunda y tercera tienen divisiones inferiores. Mientras Brasil o Paraguay en una sub-17 cuentan con 1,500 jugadores para elegir, nosotros contamos con 200.
¿Por qué pasa eso?
En Paraguay, en primera división hay 12 equipos, en segunda hay 18 y en tercera hay 18 equipos. Casi 50 equipos por categoría y cada uno tiene 30 jugadores. Estamos hablando de que solo en la categoría sub-17 pueden tener 1,500 chicos. Estamos en gran desventaja y es porque los equipos profesionales no tienen inferiores. Pero lo que va a pasar a partir de 2017 es que, por lo menos, los 16 equipos de primera división van a tener inferiores.
¿Va a ser una obligación?
Sí. El que no tenga inferiores no va a poder jugar en primera. Y en el 2018, la idea es que los 16 equipos de segunda también tengan inferiores. Quiere decir que en ese año, 32 equipos, más o menos, van a dar un número de mil chicos trabajando al nivel del fútbol juvenil profesional en todo el país. A partir de ahí podemos empezar a soñar. Vamos a poder tener cuatro Guerreros, cuatro Carrillos, cuatro Flores.
Pensando en el ansiado Mundial, ¿esta selección de Gareca aún tiene opciones?
Por supuesto, la esperanza nunca se pierde, sobre todo cuando uno ve un equipo que busca orden, genera esfuerzo y hay destellos de calidad.
¿Entonces, usted apostaría por la continuidad de Gareca así no clasifique?
Es una persona íntegra, trabajadora y que está haciendo una tarea bien llevada. Más allá del nombre, es el tema de los procesos que son los que conducen a los objetivos. Si los procesos se cortan continuamente, es imposible llegar al objetivo.
Parte del plan que usted lidera es el Centro de Alto Rendimiento, ¿de qué se trata?
Lo que dijimos cuando empezamos este trabajo es: tenemos que encontrar el talento en el Perú. Pero para hacerlo hay que descentralizar el Perú y no solo ir a la capital de cada región, sino a todas las provincias. Por eso, desde mayo se crearon 21 equipos de trabajo en 21 regiones del país. Ya hemos armado selecciones regionales que están jugando un torneos. Está hecho en dos categorías: sub-14 y sub-16. Este es un proceso que hoy existe en todos los clubes de Sudamérica, excepto en Bolivia y Perú.
Parte de la problemática es el irregular manejo dirigencial, sobre todo en provincias. ¿Cómo va a luchar contra eso?
Este es otro dato esperanzador de cambio: se están instalando en el fútbol peruano las licencias, a partir de 2017.
¿Qué son las licencias y cómo se aplicarán?
Es una reglamentación que habilita a los clubes, en caso de incorporarla, a poder competir en el fútbol profesional de un país. Las licencias las implanta la FIFA a través de la Conmebol y tienen un marco de requisitos (en lo legal, financiero, administrativo, deportivo) que el club debe cumplir para poder jugar. Será una implementación gradual.
El otro elemento dentro del esquema para mejorar el fútbol peruano es el futbolista. Por ejemplo, se habla de tener deportistas con mejor biotipo.
El biotipo es un factor, la mentalidad es otro, la técnica, la toma de decisiones. Otro dato alentador es que estos aspectos los he encontrado muy bien.
*La mentalidad es otro factor que se ha discutido mucho. *
El deportista peruano es fruto de la formación. Los que estamos fallando somos los docentes y los programas educativos. Para 2017 estamos creando un área educativa que se encargará de dar oportunidad a los docentes para que se capaciten.
La indisciplina también es un punto álgido.
Sí, pero todo se relaciona con lo mismo. Si no hay un buen marco cultural, de educación, el chico es la víctima.
¿A qué Mundial deberíamos mirar?
En el 2019 las selecciones juveniles van a empezar a dar una noción de este cambio para el fútbol peruano. Ahí vamos a decir que hay una base buena y los equipos profesionales van a empezar a tener éxito deportivo y, como consecuencia de ello, los buenos resultados en la selección mayor. Y todo ello si los procesos no se cortan.
Autoficha
- “Nací en Buenos Aires, Argentina, el 22 de noviembre de 1965. Jugué como delantero en San Lorenzo de Almagro (1986-1991, Argentina), Cádiz (1992, España), Consadole Sapporo (1992, Japón), Cerro Porteño (1993, Paraguay) y Deportes Concepción (1994 -1995, Chile)”.
- “Como técnico, tuve una primera etapa profesional en el fútbol base, en Nueva Chicago, Estudiantes de la Plata y Atlas de México, en donde asumí el cargo de coordinador general (2005-2009), logrando la salida a primera división de muchos valores”.
- “En Perú he dirigido a las selecciones nacionales sub-20 y sub-18, entre 2012 y 2013, y a Sporting Cristal, entre 2014 y 2015, con este equipo logré el Torneo Clausura 2014 y el Campeonato Nacional del mismo año. También el Torneo Apertura de 2015 y el subcampeonato de ese año”.
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