Cristal, Aurich, Urresti, Oviedo

Terminó, al fin, el campeonato local con el título para Sporting Cristal en una definición emotiva y por muchos momentos muy bien disputada. Me atrevo a decir que estos tres encuentros fueron los mejores del año en lo futbolístico. En un torneo como el nuestro, plagado de tremendas deficiencias, Cristal y Aurich dieron tres excelentes partidos, sobre todo los dos últimos, así que va para ambos mi felicitación. Ahora bien, como estábamos abocados a esta definición, se me quedaron en el tintero algunas cosas que comentar, situaciones que se dieron a raíz de estos partidos. Lo primero: no es posible que por el capricho de un político se hayan suspendido partidos sin justificación alguna. Tengo cierta experiencia al respecto, debido a mi paso como gerente en Cristal, y puedo asegurar que la Policía Nacional está capacitada para brindar seguridad en todos los encuentros. Evidentemente, el tema pasó por el lado político.

Algo que me pareció increíble, y que me demostró la falta de unión y solidaridad que existe entre los clubes de Primera, es el desinterés de los que no participaban en el ‘play off’. El espíritu colegiado que debió existir en ese momento quedó totalmente de lado. Los únicos que se fajaron en este tema fueron Aurich y Cristal, apoyados por Enrique de la Rosa, de la Asociación. Salvo Inti Gas, que sacó un comunicado público, el resto brilló por su ausencia. Al contrario, algunos clubes se abocaron a dar noticias que solo estaban en su imaginación, como “la posible llegada” de jugadores que, racionalmente, es imposible que vengan a jugar en nuestro medio. Esto, para mí, fue lo más lamentable al cierre de la temporada. Esperemos que con la elección de nuevas autoridades en la Federación Peruana de Fútbol se termine de una vez por todas con la desunión. Hasta hace poco era impensable tener nuevo presidente en la FPF, pero Edwin Oviedo salió elegido como tal y le espera una tarea muy complicada. Está en las manos de Oviedo empezar a trabajar por el cambio en esa institución, aunque ojalá lo dejen hacer. Este es un momento en el que se requiere de eso para afrontar la reingeniería total que se debe dar.

No olvidemos la situación en que nos encontramos: somos la cola de Sudamérica. Todo lo que se empiece a hacer desde enero no dará resultados en el corto plazo, sino con el correr de los años. Si todos entendemos esto, será un buen inicio. Feliz año 2015, lleno de salud y éxitos.